Tras diez años de ocupación de un monte público anuncian que abandonan el proyecto
Tras diez años de ocupación ilegal y una complicada batalla judicial que siempre han perdido, los okupas de Fraguas han anunciado a través de un comunicado que ponen punto y final al proyecto Fraguas Revive, un proyecto iniciado en 2013 y que supuso la ocupación de parte de un monte público donde empezaron a construir viviendas y diversas instalaciones sobre los restos de un antiguo pueblo desaparecido en los años 60.
Según señalan en un comunicado, el 11 de enero de 2023 recibieron la respuesta de la Audiencia Provincial al último recurso que habían presentado contra el presupuesto y la demolición de Fraguas, recurso en el que rechazaban sus peticiones fijando la Audiencia en 110.000 euros el dinero que tienen que pagar para que el entorno vuelva a estar como antes de llegar ellos.
A esto se suma- indican en su comunicado- la existencia de otro proceso judicial abierto en el que se pide a 10 personas que paguen el 5% del valor de la finca usurpada (que consideran más de 1000 ha) cada 10 días de permanencia en ese lugar.
Ante esta situación, y ante las continuas sentencias que les condenan por usurpación y contra la ordenación del territorio, han decidido marcharse de la zona.
Posible cárcel
Ahora habrá que ver como hacen frente al pago de la deuda que asciende a 110.000 euros. En los últimos meses han estado haciendo diversas iniciativas para recaudar fondos y aseguran que han conseguido 40.000 euros. El resto esperan obtenerlo a través de una campaña de crowdfunding que han iniciado hoy.
En caso de que no consigan el dinero los 6 okupas que pusieron en marcha el proyecto y que cuentan con sentencia firme tendrá que ingresar en prisión. Una medida que los afectados quieren evitar a toda costa.
Durante estos diez años los acusados han defendido su proyecto asegurando que se trataba de repoblar una zona con baja densidad de población y que el espacio había sido un pueblo desmantelado en la época de Franco. Unos argumentos que no han convencido ni a la Junta de Comunidades de CLM, que les ofreció otros lugares donde llevar a cabo el proyecto, ni a los jueces que consideran que su idea era buena pero en el lugar equivocado.