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1978, o sea, ayer

1978, año en el que se aprobó la Constitución –previamente por vía parlamentaria y más tarde mediante referéndum ratificatorio celebrado el 6 de diciembre– estuvo cargado de noticias de profundo calado político. Recordemos que una vez muerto el dictador, las llamadas a las urnas, que no eran pocas, eran recibidas por los españoles con emoción, alegría y confianza. De este modo, tras la Ley de la Reforma Política (1976), donde los procuradores franquistas se hicieron el harakiri dando paso al proceso democrático, y las elecciones legislativas del 15 de junio de 1977, a las que concurrieron todos los partidos políticos, ese año 1978 tocaba votación plebiscitaria de la Constitución. A saber, tres años, tres convocatorias. Pero aún no era suficiente, puesto que 1979 contemplaría dos elecciones más: nuevas legislativas y primeras municipales. 

"Aunque la campaña electoral de apoyo a la Constitución gozó de un fuerte apoyo institucional, su principal baluarte fueron los partidos políticos, y en especial, las formaciones de izquierda (PSOE, PCE), que en 1976 habían pedido la abstención para la Ley de la Reforma Política".

FyA-6-DicFlores y Abejas, 6 de diciembre de 1978.Esa desacostumbrada atmósfera de participación política que inundaba España mostraba igualmente su reflejo identificador en Guadalajara, circunscripción que en virtud de su población, corregida por el mínimo provincial, contaba –al igual que ahora– con tres diputados en el Congreso (Luis de Grandes y Leandro Ros, por UCD, y Carlos de Luxán, por el PSOE) y cuatro senadores (Félix Calvo, Feliciano Román y Antonio Fernández-Galiano por UCD, y Rafael de Mora, por el PSOE). Éstos eran por tanto los únicos cargos públicos elegidos democráticamente en Guadalajara cuando se convocó el Referéndum de aprobación de la Constitución.

Meses antes –mayo de 1978– se había producido la fusión PSOE-PSP a nivel estatal (no gustaba la palabra absorción, que sin duda era más adecuada). En el ámbito alcarreño, donde el PSP tenía pocos militantes, las dos organizaciones se entendieron con poco entusiasmo pero sin gran dificultad (Ángel García Méndez, por el PSP y Pablo Llorente por el PSOE eran las cabezas visibles). Se suponía que tal incorporación sería muy beneficiosa para esta última formación, dado el prestigio de Enrique Tierno Galván (quien en su momento había reivindicado sus sufragios como votos de calidad), pero más tarde se comprobaría que no todos los votos obtenidos por el PSP en 1977 serían más tarde recogidos por el PSOE.

"Preocupaba la influencia de los residuos franquistas y de extrema derecha como defensores del “no” –que en Guadalajara podrían abundar–, en paralelo con el alto porcentaje de abstención, por no hablar del “no” que podría darse en las provincias vascas, Navarra y Cataluña. Y es que para que la Constitución naciera con buen pie, era necesario un apoyo rotundo e inequívoco de la población".

Aunque la campaña electoral de apoyo a la Constitución gozó de un fuerte apoyo institucional, su principal baluarte fueron los partidos políticos, y en especial, las formaciones de izquierda (PSOE, PCE), que en 1976 habían pedido la abstención para la Ley de la Reforma Política, y ahora, tras haber participado en su redacción, eran los grupos más interesados en la aprobación de la nueva Carta Magna.

Preocupaba la influencia de los residuos franquistas y de extrema derecha como defensores del “no” –que en Guadalajara podrían abundar–, en paralelo con el alto porcentaje de abstención, por no hablar del “no” que podría darse en las provincias vascas, Navarra y Cataluña. Y es que para que la Constitución naciera con buen pie, era necesario un apoyo rotundo e inequívoco de la población.

Y así fue: el 6 de diciembre de 1978 los resultados electorales no pudieron ser mejores, con una participación del 67,11% del censo y el 88,54% a favor del Sí frente al 7,89% del No. En cambio, no fueron tan buenos en Guadalajara, donde el Sí se quedaría en un 82% (o sea, 6 puntos por debajo de la media nacional) y el No ascendería al 14,24% (otros 6 puntos por encima).

"El ente preautonómico que lucha por nacer carece de todo –Estatuto, Organización territorial, funcionarios, financiación estatal, sedes y edificaciones– pero sí que tiene presidente: Antonio Fernández-Galiano, senador por Guadalajara".

La primera consecuencia de la aprobación de la Constitución no se hará esperar: cinco días más tarde –el 11 de diciembre de 1978–, la denominada Junta de Comunidades de Castilla La Mancha comenzará su andadura política con una asamblea que tiene lugar en la Iglesia de San Agustín, en Almagro (Ciudad Real), a la que asisten todos los diputados y senadores de las 5 provincias que conforman la región. El ente preautonómico que lucha por nacer carece de todo –Estatuto, Organización territorial, funcionarios, financiación estatal, sedes y edificaciones– pero sí que tiene presidente: Antonio Fernández-Galiano, senador por Guadalajara.

Y como última reseña del movido 1978, el resurgir de la prensa escrita. Porque los acontecimientos hay que contarlos, y si se puede –como es el caso–, todos los días. Ese mismo año, por iniciativa de Guillermo Mera Valverde, sale a las calles de la ciudad un nuevo periódico con la cabecera “Guadalajara. Diario de la mañana”. Su primer director será José María Velasco, que durará poco en el cargo, porque a pesar de sus buenas intenciones chocará con quien de verdad organiza, ordena y manda en el citado medio informativo, y que se llama Javier Pérez de Almenara.

SolanoAntiguo colaborador de “Pueblo” en su edición de Guadalajara, Pérez de Almenara se reservará para sí una columna diaria de opinión cuyo titular tenía más de provocación que análisis mesurado: “Tirando a dar”. Con el pasar del tiempo, la aventura periodística, sometida a numerosas circunstancias negativas de carácter financiero, tendrá los días contados. Sin embargo, durante los años que mantuvo su cita con los lectores, el medio informativo animó –y no poco– la escena política provincial.

Javier SOLANO RODRÍGUEZ

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Javier Solano es arquitecto. Fue  senador, secretario Provincial del PSOE de 1979 a 1981 y Secretario de la Agrupación Local de Guadalajara de 1981-1987.



 

 

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