Los restos de Caraca están a simple vista / Facebook EA Caraca
Hace poco más de un año un georradar 3D permitió descubrir lo que muchos especialistas habían atisbado:Caraca, la primera ciudad romana documentada de Guadalajara.
Hace poco más de un año un georradar 3D permitió descubrir lo que muchos especialistas habían atisbado. En Driebes, en una zona en la que era imposible sembrar por la cantidad de "pedruscos" que había, hubo un importante asentamiento romano. Los "pedruscos" resultaron ser restos arqueológicos y la tierra de labor el manto que tapa lo que queda de una antigua ciudad romana: Caraca, la primera ciudad romana documentada de Guadalajara.
La ilusión del pueblo y de diversas asociaciones, administraciones y arqueólogos permitió que el año pasado se realizaran los primeros trabajos de excavación. Esa misma ilusión va a permitir que este año, en apenas unos días, empiece la segunda fase para seguir avanzando en los descubrimientos. El dinero ya ha llegado gracias a la subvención concedida por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, y al esfuerzo económico que también están haciendo el Ayuntamiento de Driebes, el Ayuntamiento de Brea de Tajo y la Asociación de Amigos del Museo de Guadalajara.
El plan es que las excavaciones comiencen el 23 de julio y terminen el 10 de agosto. Tres semanas con un planning claro: analizar una nueva zona cercana al foro que se descubrió el año pasado.
Plan de trabajo
El objetivo principal es conocer cómo fue el desarrollo urbanístico en esa zona cercana al foro, sus fases cronológicas, el estado de conservación y elementos diferenciadores. Además se analizará la estratificación del terreno para intentar buscar respuestas y descubrir qué pasó antes de la implantación romana. Se buscarán restos de zonas residenciales, de redes de abastecimiento hídrico, de cloacas..
Pero el estudio irá un paso más allá. Se conoce que en la zona hubo terremotos y se quiere saber si esa actividad sismica influyó de alguna manera en el desarrollo de la ciudad o del propio río Tajo. Unos fenómenos naturales que podrían haber influido de forma importante en la aparición o desaparición de asentamientos humanos en la zona. Además se analizarán todas las inscripciones latinas que se vayan encontrando.
El proyecto, con clara vocación investigadora, busca también divulgar entre la población este fragmento de historia, por eso han organizado una Jornada de Puertas abiertas que se realizará en el yacimiento el lunes 6 de agosto. Habrá visitas guiadas a las 11 de la mañana y a las 19 horas.
El proyecto de investigación denominado “Urbanismo y territorio: excavación arqueológica del sector noroeste de Caraca (Cerro de la Virgen de la Muela, Driebes, Guadalajara)”, cuenta con un equipo multidisciplinar de investigadores, siendo los directores del mismo los arqueólogos Javier Fernández y Emilio Gamo, forman parte del equipo: Saúl Martín, David Álvarez, Antonio Alvar y Helena Gimeno (Centro CIL II de Alcalá de Henares, Universidad de Alcalá), Alicia Castillo (Grupo de Investigación Gestión del Patrimonio Cultural, Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología), María Ángeles Perucha, José Francisco Mediato (IGME), y Jorge Félix Matesanz (CAI de Arqueometría y Análisis Arqueológico, Universidad Complutense de Madrid).
El tesorillo de Driebes se expone en el Museo Arqueológico Nacional/ Facebook E. A. Caraca
Sospechas de antaño que la tecnología confirmó
Los arqueólogos tuvieron la primera pista sobre la existencia de una ciudad antigua en la zona de Driebes tras el descubrimiento en 1945 de un tesorillo de plata mientras se hacían las obras del Canal de Estremera. En él había tortas de pesos, recipientes, lingotes, sortijas, torques, fíbulas, monedas... En total 13,8 kilos de historia, datados en el siglo III a.C. que actualmente están expuestos en el Museo Arqueológico Nacional.
En los años 80 se recopilaron nuevos datos gracias a las prospecciones que realizaron los profesores Jorge Sánchez-Lafuente y Juan Manuel Abascal, que ya indicaron que se trataba de un importante yacimiento romano y que posiblemente fuera la antigua Caraca.
Las nuevas tecnologías permitireron confirmar en el otoño de 2016 lo que muchos sospechaban: un equipo de arqueólogos dirigido por Emilio Gamo Pazos y Javier Fernández Ortea analizó la zona del cerro de la Virgen de la Muela, ubicado en la localidad de Driebes y confirmó la existencia de restos de una ciudad enterrada.
El uso del georradar fue determinante para confirmar la existencia de una ciudad enterrada/ Facebook EA Caraca
Tras consultar bibliografía, cartografía y fotografía histórica, se iniciaron los trabajos de campo. Hubo dos fases. En la primera, se recogieron restos que había por la zona de estudio. En la segunda fase se utilizó un georradar 3D cque desveló lo que había enterrado a un metro de profundidad. El hallazgo, superó todas las expectativas.
El georradar mostró con claridad que hay una ciudad romana, con sus espacios públicos, incluido un foro porticado, su Cardo y Decumano, es decir, sus avenidas principales, posiblemente un macellum o mercado y unas termas además de una tupida malla de manzanas de viviendas que, además, parecen solaparse en diversas fases cronológicas de un yacimiento. Por otro lado es posible que la ermita de la Virgen de la Muela, patrona de Driebes, erigida en el siglo XVI y que aún pervive en estado ruinoso, esté levantada sobre un antiguo templo en el centro del yacimiento. Los arqueólogos señalan que el nombre de la ciudad fue Caraca, que aparece citada en las fuentes clásicas.
Por los restos encontrados se sabe que ya a final de la Edad de Bronce, es decir de los comienzos del primer milenio antes de Cristo, ya vivía gente en la zona. Posteriormente el yacimiento continuó ocupado y los carpetanos lo convirtieron en un poblado de grandes dimensiones que controlaba la fértil vega del Tajo. Tras la conquista romana el lugar continuó habitado y llegó a convertirse en una ciudad que alcanzaría, a la vista de los recientes descubrimientos, la categoría de Municipio que continuó habitado hasta el siglo II d.C.
Imagen de una recreación de la ciudad realizada por Dani Méndez/ Facebook EA Caraca
Entre los hallazgos uno de los más destacados es la existencia de un acueducto de 3 km de longitud. De él los arqueólogos localizaron 112 metros de canalización en el que todavía se podía ver el hormigón que usaban los romanos. El acueducto, tiene idénticas características al de Segobriga. Para cerrar el círculo, también fueron identificados sillares de grandes dimensiones con decoración almohadillada, pertenecientes sin lugar a dudas a edificios públicos y restos de la vía romana que uniría esta ciudad con Segobriga y Complutum, la llamada vía Complutum-Carthago Nova.
