Antonio Herraiz, durante su pregón en el Buero Vallejo./ Fotos: Rafael Fernández.Fue un pregón repleto de guiños a la provincia para una ciudad que definió como la capital de todas las guadalajaras. Y que bebió en las fuentes de la tradición para reivindicarla, y con ella la fiesta de los toros en Guadalajara. Finalmente Antonio Herraiz llamó a participar en la fiesta en donde, más que en otro periodo, hay que dejar que pase lo que tiene que pasar. Pregón completo en el interior.

Ante un teatro Buero Vallejo completamente lleno, Antonio Herraiz dio el pregón de Ferias y Fiestas en víspera de las fiestas de la Antigua, como manda la tradición. Una tradición que este periodista alcarreño de la cadena Cope, de 37 años, violinista con José Antonio Alonso,  reivindicó a lo largo de un pregón que que estuvo repleto de guiños a todos los rincones de la provincia. “Convencido de que nuestras Ferias y Fiestas no serían lo que son si n las gentes de la provincia, que complementan a los de la ciudad que les acoge en un acto de comunión casi indisoluble”.

En homenaje al libro  "El río que nos lleva", en el centenario de José Luis Sampedro, Herraiz se convirtió en el Roy Shannon que desde su Ato Tajo natal va recorriendo los variados rincones de la provincia hasta llegar a esa capital de la guadalajaras. Porque como dice su querido José Antonio Alonso “en agosto y septiembre te lo tienes que pensar. Hay fiestas en todas partes también en la capital. Échate el botillo al hombre y una flor en el ojal”.

El alcalde de Guadalajara entrega una placa al pregonero.Durante su pregón este periodista-folklorista fue cargando su zurrón guadalajareño de tradiciones, y entre ellas reivindicó con firmeza la fiesta de los toros. Desde la emoción:”Muerto  Iván, pervive fandiño en su memoria”. A la demanda, porque como también decía el segoviano Víctor Barrio, “la tauromaquia no hay que defenderla, hay que enseñarla” . Y por ello pidió al aficionado que vaya a los toros, sobre todo las nuevas generaciones a las que se está privando de acercarse, como escribió Federico García Lorca, “la fiesta más culta que hay en el mundo”.  En esa tradición enmarcó la devoción a la Virgen de la Antigua, alcaldesa perpetua de Guadalajara, a la que al final del pregón entonó  su “¡viva!”, seguido por otros vivas a Guadalajara, Castilla y España.

Con anterioridad al pregón de Antonio Herraiz habló el alcalde de la ciudad, Antonio Román, que calificó las fiestas de Guadalajara como una de las mejores de España.    

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