Gran ambiente en las calles, antes de los problemas previos
Foto: Eduardo Bonilla.
El recibimiento del Dépor a su llegada al Pedro Escartín fue en olor de multitudes. Los aficionados morados le dieron a sus jugadores y cuerpo técnico el calor y el ánimo que se merecían, como en las grandes ocasiones, porque el enfrentamiento ante el Barcelona realmente lo fue. Hubo banderas, pancartas y bengalas desde la calle Julián Besteiro hasta la rotonda frente a la entrada al estadio. Un apoyo histórico.
La verdad es que el choque copero tuvo el efecto de “revolucionar” toda la ciudad. Desde los transportes y el tráfico hasta las colas para conseguir una entrada, desde la llegada del autobús culé a su hotel de concentración, desde las redes sociales hasta los bares de la ciudad. El Dépor y el Barcelona dominaron la vida alcarreña en todos los aspectos. Lógicamente el morado fue el color predominante, aunque hubo blaugranas que también dejaron ver, como los integrantes de la peña alcarreña del FC Barcelona.
Aficionados esperando a las puertas del estadio. Foto: Eduardo Bonilla.
Pero los protagonistas, los verdaderos protagonistas, fueron los aficionados del Deportivo Guadalajara. Ellos llevaron la fiesta, la diversión y, por supuesto, la camiseta de su equipo por toda la ciudad. Y apoyaron a los jugadores para que nos hicieran soñar. Antes del choque, Guadalajara ya ganaba, por goleada, una jornada para el recuerdo.






