En estas épocas y desde hace algunos años, se viene hablando de la DANA, de los daños que puede traer y beneficios según su intensidad y el lugar en que se produzca, La DANA son las siglas de una Desviación Aislada en Niveles Altos de la atmosfera, que circula desde el oeste al este, nombre también dado, ya que había coincidencia con el segundo apellido en homenaje al meteorólogo Francisco García DANA , Jefe del Centro de Predicción del Instituto Nacional de Meteorología, que falleció en Madrid a los 50 años, el 14 de junio de 1984. A este fenómeno atmosférico también se le conoce como Gota Fría.
La DANA se comienza a formar a niveles altos, aproximadamente a 9.000 de altura , cuando una corriente polar procedente del Círculo Glaciar Ártico, que nos afecta, se mueve hacia el Este y se encuentra con temperaturas muy cálidas; aunque se pueden originar a lo largo de todo el año, lo habitual es que se produzcan al final del verano y principios del otoño, afectando sobre todo a las zonas del levante, ya que el mar Mediterráneo, sigue teniendo las temperaturas muy altas y mas debido al cambio climático, con lo que suben las mismas y su duración, dando lugar a fuertes tormentas con precipitaciones intensas. ,Lo normal es que su persistencia sea como máximo de una semana.
La diferencia entre la DANA y las tormentas clásicas, estriba en que las primeras, como hemos dicho se producen en niveles altos de la atmósfera, son muy extendidas en superficie y tienen mayor duración, mientras que las habituales tormentas nacen en niveles bajos de la atmósfera , nen lugares más localizados. Los meteorólogos estiman afectan a una superficie máxima de 10 Km/2 y pueden durar hasta una hora.
Una inundación en Mondéjar, en junio de este año por una dana. /Archivo GDDesde finales del siglo XIX, el meteorólogo australiano Clement Wragge (1852-1922), puso nombres comunes a estas “gotas frías”, por el sistema cremallera, es decir, alternando hembra – varón , siguiendo el orden alfabético de su letra inicial. En España la primera borrasca con nombre propio, el de Ana, se produzco el año 2017; últimamente una de las más intensas y que más daños materiales produjo, y la muerte de 4 personas fue la famosa Filomena, fuera de las fechas habituales, entre el 6 y el 10 de enero de 2021, y en este año la denominada Daniel, que se inicio el 3 de septiembre, afectó de manera muy especial al centro de la península. Como consecuencia de ella murieron 6 personas; aunque en estos principios de otoño, hay predicciones de que estos fenómenos atmosféricos aparezcan de nuevo.
Este tipo de tormentas no es nuevo, sí puede ser más habitual y persistente como con- secuencia del cambio climático y duración de las temperaturas altas más tiempo, ya que en relación con estas temperaturas en España, existen datos documentados de que en 1926 en Sevilla se llegó a 44 grados; en 1936 en Jaén a 46 grados; en 1943 en Cáceres a 44,3 y en Cantabria ese mismo año a 40,2; en 1945 en Ciudad Real a 44,2; en 1951 en León a 40,4….en Guadalajara la mayor temperatura registrada, 43,5 grados, se produjo el 10 de agosto de 2012.
De las graves consecuencias de la intensidad de las lluvias se tienen datos documentados desde hace mucho tiempo. Así en Mallorca el 13 de octubre murieron cerca de 5.000 personas; la misma cifra de fallecidos se estiman en las inundaciones de Granada del 19 de octubre de 1562 ,y lo que son las coincidencias: en esa misma fecha pero de 1973, se produjeron decenas de muertos en las provincias de Almería, Granada y Murcia; en la Vega baja de Alicante el 14 de octubre de 1879 , mas de 1000 muertos; el 25 de septiembre de 1962 en Cataluña 815 fallecidos, el 7 de agosto de 1996 en el Camping de Biescas 87 personas ahogadas…..y por desgracia tampoco Guadalajara se vio fuera de estos sucesos , ya que el 9 de agosto de 1995 una fuerte tormenta que descargó sobre la zona de Yebra, ocasionando el fallecimiento de 10 personas.
Esta relación de sucesos catastróficos, nos debe poner en alarma para detener el “cambio climatico”, que ya está produciéndose y que de no tomar las medidas urgentes , las DANA y los fenómenos atmosféricos, como consecuencia del calentamiento de la tierra aumentaran hasta límites insospechados , que pueden causar graves daños a la humanidad.
José María Bris Gallego.
5 de octubre de 2023.
