La sección de Dermatología del Área Integrada de Guadalajara ha organizado para este jueves 16 de enero, a las seis de la tarde, una jornada de divulgación para público general, que este año tratará sobre la dermatitis atópica, una dolencia hereditaria y crónica que afecta con frecuencia a bebés y niños pequeños, y que puede persistir hasta que se alcanza la adolescencia o la edad adulta.
La jornada está pensada como una charla-coloquio en la que se persigue acercar a los pacientes, y sobre todo a los padres de niños afectados, las últimas novedades respecto a tratamientos paliativos, preventivos y cuidados básicos. En ella participarán profesionales dermatólogos del Hospital guadalajareño.
El encuentro comenzará a las seis de la tarde en el salón de actos de dicho centro, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha. "Queremos actualizar la información sobre los cuidados más adecuados en estos pacientes, los avances científicos sobre el tema y contribuir a aclarar las dudas que puedan surgir en la convivencia diaria con la enfermedad”, explica Esther de Eusebio, jefa de la sección de Dermatología del centro sanitario. Así, por ejemplo, se tratarán cuestiones como si pueden llevar a los niños a la piscina, hacer deporte, qué ropa es la más adecuada, cuándo es el mejor momento del día para aplicar los tratamientos, o qué hacer cuando se presenta un brote de lesiones.
La disertación correrá a cargo de Esther de Eusebio y Aránzazu Vergara, responsable de Dermatología Pediátrica. Tras su ponencia se abrirá un coloquio para que los asistentes puedan realizar preguntas. Además, se entregará material educativo para los niños, en relación con la enfermedad.
La dermatitis atópica
La dermatitis atópica es una dolencia relativamente común en la infancia (afecta a entre el 5 y el 20% de niños en edad escolar), y se caracteriza por la aparición recurrente en la piel de eczemas que provocan picor, enrojecimiento y descamación.
Los padres con dermatitis, rinitis alérgica o asma tienen más probabilidades de tener hijos afectados, y la condición puede agravarse por otros desencadenantes, como sustancias irritantes ambientales, alergias y estrés. Así, la enfermedad tiende a agudizarse en épocas de estrés, cuando la temperatura es extremadamente elevada o baja, con humedad alta, cuando el paciente sufre una infección bacteriana, o cuando la piel se irrita por el contacto con determinados tejidos o detergentes.
"Entre los niños que tienen la enfermedad, el 65% muestra signos de eczema en el primer año de vida y el 90% en los cinco primeros. Tener un hijo con eczema atópico puede ser angustioso y preocupante para los padres, especialmente una vez que empieza a asistir a la guardería o al colegio y están lejos de él ", concluye la doctora De Eusebio.
Foto:Las doctoras Esther de Eusebio y Aránzazu Vergara
