El martes se presentará el objeto del veredicto para que el jurado popular decida sobre su culpabilidad
El acusado ha usado su último turno de palabra para decir que actuó bajo un brote psicótico
El juicio contra Adrián, el parricida de Brihuega, está en su recta final. Hoy todas las partes han presentado sus conclusiones y hay algunas novedades en las peticiones de pena.
El acusado ha tenido oportunidad de utilizar el turno de última palabra donde ha asegurado que cuando ocurrieron los hechos le dio un brote psicótico “yo percibí que me dio un brote porque los mejores amigos que tenía yo eran mis padres, sobre todo mi padre”- ha dicho entre lágrimas. También ha mostrado su malestar por cómo le trataba su familia y ha negado ser un vago “me llamaban yonqui, bipolar, hijo de puta, me echaban de casa y mi hermana lo sabía. He buscado trabajo y no me lo han dado, he tenido que dormir en parques porque mis padres no me dejaban dormir en su casa, aunque tenía las llaves”- ha asegurado.
Las pruebas periciales señalan que no sufría ningún brote
El pasado viernes se presentaron varias pruebas periciales en los que se analizó la actitud del acusado una vez sucedidos los hechos. Según los peritos, tanto del Hospital de Guadalajara, como del instituto de medicina legal, no había nada que hiciera pensar que Adrián actuó afectado por un brote psicótico ni influenciado por el consumo de drogas. Dichos profesionales señalaron que no niegan que Adrián tenga esa enfermedad, pero dejaron claro que ese día no estaba afectado ni por problemas mentales ni por drogas y que, por lo tanto, no influyó para nada en el asesinato de sus padres. “Lo ha tenido en otras ocasiones, pero ese día, no”- afirmaron. Algo que provocó la protesta de la defensa que hasta en dos ocasiones tuvo que ser llamada al orden por la presidenta del Tribunal por la forma de dirigirse a los peritos que estaban declarando. De hecho, la defensa ha pedido la nulidad de ese informe.
Nuevas peticiones de pena
Ante las pruebas presentadas a lo largo de estos días la Fiscalía ha aumentado la pena que pide para el acusado y solicita 20 años de cárcel por cada asesinato, frente a los 16 que pedía en un principio.
Por su parte la acusación particular, que representa a la hermana del acusado e hija de los fallecidos, ha pedido que se haga “un acto de justicia porque no hay ninguna circunstancia que concurra para eximirle su comportamiento” asegurando que los mató por “egoísmo y codicia”. “Inventar que los mató porque vio a sus padres como monstruos al haber consumido droga” “es un insulto a sus padres y a su familia”. Ante eso ha pedido "la incapacidad del acusado para suceder a sus padres por indignidad"
La defensa cree que su defendido estaba en tal situación que no era responsable de sus actos
Por su parte la defensa solicita la eximente completa del artículo 20 del Código Penal por alteración psíquica y drogadicción lo que supone que no tiene ninguna responsabilidad penal por lo que quedaría libre. También pide la atenuante de confesión tardía.
“Adrián no es un vago”- ha señalado, recordado que ha tenido numerosos ingresos y que de esa manera no era posible que “tuviese una vida normal”. La defensa ha señalado que los hechos son los que son y no se pueden negar, pero rechaza que el móvil sea el rencor o la codicia. Ha señalado que la madre tenía un problema con el alcohol y que eso agravaba la convivencia tanto para el padre como para el acusado.
