Así afecta a pymes y autónomos la nueva ley de protección de datos
Hay importantes sanciones para quien incumpla la ley.
Desde la adaptación de las normas europeas en materia de protección de datos ha habido una serie de modificaciones en el funcionamiento actual de las empresas en su día a día. Tras años conviviendo con la obsoleta LOPD de 1999, las empresas en 2018 se enfrentaron a una transformación sin precedentes en esta materia, desconocida para la gran mayoría de las mismas en ese preciso momento.
La amenaza de sanciones millonarias, que provocarían el cierre de muchas empresas, junto con el repentino surgimiento de numerosos supuestos expertos en privacidad (más expertos en bonificar cursos, probablemente) que intentaron sacar tajada de aquella alarma generalizada en las empresas, provocó entonces que muchas empresas que podían considerar que los datos personales que trataban lo hacían de acuerdo a la normativa entonces vigente, puedan hoy no estar tan convencidos en el caso que les visitara la Agencia Española de Protección de Datos.

A día de hoy, las empresas necesitan una protección de datos real, que les permita estar tranquilos ante cualquier reclamación originada por un particular o por la propia Agencia Española de Protección de Datos. Esa seguridad probablemente no nos la pueda ofrecer una empresa que ni nos visite, ni nos realice un seguimiento constante de las actividades que desempeñamos. Como decía en verano el nuevo eslogan de algunas empresas de seguridad: “no se puede robar lo que no se ve”, en protección de datos: “no se puede proteger los datos que no sabemos que existen”.
Bien es verdad, que la Agencia Española de Protección de Datos no ha multado a toda aquella empresa que, como decían los tiburones de privacidad, “no tiene la protección de datos”. Cada vez son más las sanciones, y mayor el importe de las mismas que está imponiendo la famosa Agencia, y no es raro pensar que la tendencia siga siendo ascendente, dado que la indulgencia mostrada al principio por la Agencia parece agotada con la última sanción a BBVA por el mal tratamiento de los datos personales de sus propios clientes.
Rubén Mateos, director general de Prodatos Alcarria
Pero no es por la complejidad de la materia por lo que se producen las sanciones, sino más bien por aquellos que no se toman en serio la privacidad, dado que esta puede venir originada tanto por el mal asesor, como por el que no quiere ser asesorado. Si a esta circunstancia sumamos la mayor información de los ciudadanos sobre sus derechos, tenemos un riesgo real de que si no tenemos los datos totalmente protegidos podríamos enfrentarnos a una de estas sanciones, cada vez más comunes.
Una buena protección de datos según Rubén Mateos, Director General de PRODATOS ALCARRIA, S.L., los mayores expertos en privacidad de la provincia y uno de los más reconocidos a nivel nacional, se basa en: “tres pilares: informar, recabar y formar. Para cualquier PYME esta puede ser la base para que podamos dormir más tranquilos en lo que respecta a la protección de datos de nuestra empresa. Informar de que hacemos con los datos, recabar el consentimiento de los datos personales y formar a todas aquellas personas que tengan acceso a datos personales dentro de la misma, estas sencillas cosas debidamente asesoradas junto con una revisión constante de las novedades que puedan aparecer en la materia, como recientemente se produjo en el caso de las cookies para todas las páginas webs, nos harían estar completamente adaptados a la normativa.”
Tomando como referencia las declaraciones del Sr. Mateos, es necesario un buen asesoramiento de las empresas para tener una privacidad, puesto que cada una sabe hacer su trabajo y no puede estar especializada en todos los campos que rodean a su actividad, igual que sucede en materia laboral, no todos sabemos hacer una nómina o un contrato de trabajo, por lo que necesitamos un asesor laboral para evitar las indeseables visitas de los inspectores laborales. Lo mismo sucede con la privacidad, con tan compleja normativa no debemos fiarnos de las empresas low cost o hacerla uno mismo, la privacidad de nuestra empresa no es una cosa banal para dejarla en malas manos o en manos inexpertas.







