Pedirán responsabilidades y no descartan una querella criminal de forma conjunta

La residencia Emera- Casablanca fue una de las afectadas por el COVID 19. Allí tenían a sus madres Ángel y Lorenzo/ Gu Diario

Escuchar a Ángel Rincón o a Lorenzo Gordo como han vivido la muerte de sus padres en varias residencias de ancianos de Guadalajara es desolador. Ángel relata cómo en apenas 24 horas vivió el fallecimiento de su madre. Estaba ingresada en la antigua residencia Casablanca, ahora residencia Emera. Tenía cita para hablar con ella por videoconferencia a las 12 de la mañana del 20 de marzo, media hora antes le dijeron que no iba a ser posible que la tenían que llevar al hospital. Estaba enferma. Ángel relata cómo se fue corriendo al centro hospitalario donde coincidió con otras tres familias en la misma situación que él. Eran las 12 de la mañana. Siguieron esperando hasta las 4 de la tarde sin que hubiera traslado. A esa hora les dicen desde la residencia de su madre que están esperando que vaya un médico a valorar a los enfermos. Vuelven a la residencia de ancianos. Cuando Ángel llega le comunican que su madre y los otros tres enfermos, están en coma. A las 20 horas consiguen que su padre, con todo tipo de precauciones entre a despedirse. 24 horas después la madre había fallecido. El parte de defunción habla de sospecha de COVID.

Loronzo Gordo, a la izquierda y Ángel Rincón, a la derecha, miembros de la asociación/ Gu Diario

El caso de Lorenzo

La historia de Lorenzo es similar. Su madre también estaba en la residencia Emera. El 30 de marzo, lunes, le informan de que su madre tiene síntomas de COVID desde el pasado viernes, pero durante el fin de semana el médico del centro no la ha atendido porque no trabaja ni sábados ni domingos. Le cuentan que llamaron a urgencias a Manantiales pero que no consiguieron que fuera ningún médico. Hora y media después le vuelven a llamar para decirle que su madre ha fallecido. Lorenzo pidió una autopsia, que le negaron, e incluso solicitó ayuda al juzgado para que se tomasen muestras le dijeron que eso era lo de menos que lo importante era cómo se había tratado a su familiar en el proceso.

Aseguran que hay más casos que han afectado a otras residencias Los Olmos, la residencia Virgen de la Salud en los Manantiales, o la Siglo XXI en El Ferial. Cuentan incluso el de otra persona mayor que murió por inanición, “por hambre” recalca Ángel, porque no “había personal para poner a esa persona la alimentación intravenosa”.La residencia Vírgen de la Salud, en los Manantiales, otra de las afectadas/ Google

Una asociación para pedir responsabilidades

Ángel, Lorenzo y otras tres familias han creado en Guadalajara la asociación “Por su dignidad”, quieren que se convierta en un grupo de familiares ancianos que han muerto en residencias, ya sean públicas o privadas, sin haber recibido las atenciones que necesitaban. “Quieren hacernos creer que ha sido una guerra contra un enemigo invisible, pero en realidad ha sido una prueba de la capacidad del sistema sanitario y del compromiso de las instituciones con los más débiles”- señala Lorenzo.

Al menos haberles ayudado a morir dignamente y que tuvieran la compañía que no pudieron tener.

El objetivo último de la asociación es unir fuerzas para presentar, si es posible, una querella criminal de forma conjunta “esto no tiene matiz político- Afirma Lorenzo- somos afectados: hermanos, hijos, familiares…”- Lo que quieren es que se depuren responsabilidades. De momento están en la fase inicial. Están recabando información y documentación para ver qué pasos se dan. El propio abogado de estas familias, reconoce que todo está “muy en mantillas” pero afirma que buscan saber si ha habido negligencias o mala praxis en la forma de actuar.

Ángel Rincón no se atreve a decir que hubiese una orden para que no se trasladase a los mayores al Hospital para ser atendidos, pero asegura que “lo parecía”. Insisten con dolor que a los ancianos se les debería haber llevado al Hospital o haberles dado la atención y el tratamiento necesario  Pensar en ese en el aspecto personalmente nos hace mucho daño”- lamenta Lorenzo.

La asociación cuenta con varios canales para ponerse en contacto con ellos. El teléfono 631051215 y el correo porsudignidadguada@gmail.com

358 ancianos de residencias, y no 138, podrían haber muerto por COVID en Guadalajara