Barbos muertos en el río Henares a la altura de Alcalá de Henares. Los datos de la Red Saica de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) detectaron que en la noche del 26 al 27 de agosto, en que se inició el incendio en una planta de residuos tóxicos de Chiloeches, un aumento de casi veinte veces la concentración de amonio en el río Henares (estación de Santos de la Humnosa), lo que para los ecologistas acredita "sin género de dudas", que la causa de que hayan aparecido peces muertos en el Henares "no eran natrurales". Mientras la situación se aclara, Ecologistas en Acción pide que se prohiba la pesca en el río Henares y se de explicaciones rigurosas a la población.

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 Según los dastos oficiales de la Red Saica, que figuran en la página web de la Confederación del Tajo, y que aporta Ecolologistas en Acción, en la noche del 26 al 27 de agosto, cuando todavía no se habían cumplido 24 horas del vertido, la Red de Control detecta un incremento significativo de la concentración de amonio en las aguas. Esta pasa de niveles de 0,2-0,4 ppm (partes por millón) a 5,6 ppm. Esto es, se multiplican casi por 20 las concentraciones de este parámetro.

Según precisan los ecologistas en un comunicado, los valores de referencia de amonio para el buen estado de la calidad de las aguas que fija el Magrama son de un máximo de 1 mgr/l, equivalentes a 1 ppm. Estos valores son habitualmente cumplidos en este tramo del Henares, salvo cuando se produce algún tipo de vertido como el detectado por la Red la noche del 26 al 27 en que se inició el incendio en Chiloeches.

EA recuerda que el amonio sirve para detectar fenómenos de contaminación reciente y es esencial para detectar situaciones de riesgo para la vida de los peces, ya que en unión con su precursor, el amoniaco, es altamente tóxico para ellos.

El pico de amonio detectado por la red de calidad de aguas "es coincidente y explicaría el efecto de un vertido que bien pudo proceder del incendio de la nave de Chiloeches", subrayan desde EA, ya que este se produjo en la madrugada del día 26, a eso de las cinco cuando oficialmente el incendio se detectó a las 5,30 horas. Entre las 23 y 24 horas de ese viernes 26 (16 horas después de que se detetaran las llamas)  se detectó el pico de contaminación siete kilómetros aguas abajo. A partir del día siguiente a este pico aparecen los peces muertos en el río, fundamentalmente barbos, especie natural de la zona y sensible a la contaminación.

Contaminación grave aun por evaluar

Desde Ecologistas en Acción admiten que "cabría la posibilidad de que se hubiera producido algún otro vertido de forma coincidente, accidental o incluso intencionado, pero con los datos de que se disponen todo apunta a que los líquidos provocados por el incendio, como delata la mancha negra que discurre desde el mismo hasta el Henares y el fuerte olor a disolvente que hay en algunos tramos del cauce, han producido un episodio de contaminación grave aún por evaluar".

La estación de la Confederación Hidrográfica del Tajo donde se han extraido estos datos se ubica a poco más de 7 kilómetros aguas debajo del incendio de la planta de residuos de Chiloeches, "lo que hace que sea idónea para evaluar la situación de las aguas antes, durante y después del incendio", subrayan desde EA.

Para valorar la calidad de las aguas se han extraído los datos de mediciones de 7 parámetros básicos a lo largo de un periodo de 5 días, entre el 24 de agosto, dos días antes del incendio, y el 29 de agosto, dos días después.

No disminuyó el oxígeno

Los resultados, que se pueden ver en los gráficos adjuntos extraídos de la propia información de la Confederación del Tajo y del MAGRAMA, revelan que en esos días citados "no se produjo ninguna modificación significativa de los parámetros de temperatura y oxígeno disuelto, desmintiendo la versión oficial de que el suceso de mortalidad se pudo deber al calor" y a la disminución del oxígeno en el agua del río. "Ambos parámetros se mueven, antes y después del incendio, en los niveles habituales con ciclos diarios normales condicionados por el ritmo de la exposición solar", precisan desde EA.

En el momento actual ese episodio habría cesado debido a la instalación de barreras anticontaminación. No obstante, el riesgo continúa debido a los lodos acumulados en las orillas y a los que pudieron fluir antes de la instalación de las barreras o que queden tras ellas. "Es esencial conocer qué contienen esos lodos, porque el amonio bien puede ser, a falta de otros parámetros que no mide la red SAICA, un simple indicador del episodio y no la sustancia que haya provocado la muerte de los peces", enfatizan desde EA.

¿Llegó algún vertido en las primeras horas del incendio?

Ecologistas en Acción, junto a otras organizaciones como Jarama Vivo, considera que "es inadmisible la falta de seriedad y de rigor" con que la UME, la Junta de Castilla-La Mancha y la Confederación del Tajo están tratando el problema de la contaminación del río. "No es de recibo que en ausencia del máximo órgano responsable de control de la calidad de las aguas, sea una institución militar la que se encargue de dar informaciones inveraces y no contrastadas", dice el comunicado de EA.

A este respecto, hay que recordar que la comparecencia del oficial a cargo de la UME, junto con el delegado de la Junta, fue el lunes 29 de septiembre y en ellas se refirió a que las citadas barreras, que se colocaron el sábado 27, no había llegado ningún agente contaminante. Por lo tanto, bien pudo llegar algún líquido contaminante al río Henares antes de que se construyeran los diques (se empezó el mismo viernes con la obra) y luego se colocaron las barreras por parte de la UME en Albolleque y Santos de la Humosa.

La posibilidad de que se pudiera haber producido un vertido grave en las primeras horas del incencio también fue apuntada ayer por Luis Palomino, secretario general de la Asociación de Empresas Gestoras de Residuos y Recursos Especiales (ASEGRE). El experto declaró tras visitar la planta que aunque existen "tres barreras reteniendo los vertidos, no me atrevo a decirlo, pero la cantidad de agua que ha salido es importante, y la contaminación que se ha podido causar es incalculable" tanto en pozos subterráneos como en el suelo y también "por lo que se ha emitido a la atmósfera".