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Un portavoz de Sánchez dice la tontería del verano

Una de las tonterías del verano se la puede apuntar Antonio Pradas, secretario de área de Política Federal del PSOE, quien ni corto ni perezoso ha reclamado “diálogo a las dos partes enfrentadas”, refiriéndose a Mariano Rajoy y Arthur Mar sobre el conflicto independentista en Cataluña. Como se estuviéramos en Gaza o en Ucrania.

 Mal empieza el nuevo secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, si en las cuestiones que son claramente de Estado no tiene las cosas claras o se sirve de portavoces tan insolventes como este Antonio Pradas, una de las “estrellas” de su Ejecutiva, que nos recordó a los portavoces de la antigua Batasuna cuando reclamaban “la paz para Euskalherría” desde la equidistancia entre los que asesinaban, ETA, y los que se limitaban a defenderse con la Ley en la mano, los distintos gobiernos de España.

Se engaña así mismo y nos engaña a todos nosotros el señor Pradas al querer presentar el desafío soberanista como una cabezonería de Mariano Rajoy. No hay tal cosa. El presidente lo único que ha dicho es que él se debe a la Ley, y que la Constitución no permite una consulta que afecta a la soberanía  de España en una parte de su territorio, con lo cual el que quiera algo diferente lo que tiene  que hacer es promover un cambio constitucional.

Por ponerse en su papel de presidente constitucional a  Rajoy no se le puede tratar de intolerante. Ese papel se reserva exclusivamente al señor Mas, que se metió en un callejón sin salida al pretender que el Gobierno de la Nación y el resto de las instituciones del Estado ignoren sus responsabilidades en todo este asunto. Es el presidente catalán el que se ha metido en este lío, del que ahora no sabe salir, por ponerse  la Constitución por sombrero. A Mariano Rajoy se le podrá reprochar, y nosotros lo hacemos, de la escasa capacidad pedagógica que ha demostrado para hacer llegar a los catalanes las ventajas de seguir formando parte del Estado Español, la quinta economía europea, y el tenebroso panorama que se les presentaría  de tirar por la calle de en medio, salir de Europa y del euro, y optar por una declaración unilateral independentista.  Pero nadie le puede reprochar a Rajoy el que no haya sido claro en el asunto de fondo.

Se engaña así mismo y nos engaña a todos el portavoz en el área autonómica de Pedro Sánchez al sugerir, además, que una solución federalista, como la que abandera sin muchos detalles el Partido Socialista, fuera a servir para frenar la deriva independentista en Cataluña. Él sabe que el federalismo es sinónimo de igualdad entre los estados que forman parte de un Estado Federal, y esto es lo último que quieren los independentistas. Así que no se sigan engañando, porque es su propio electorado, ese que pierden a borbotones en Cataluña en beneficio de otras opciones menos pusilánimes, el  que se lo hará pagar. Ni tan siquiera, ahora, una opción confederal se podría oponer a los independentistas, por la irrelevancia de políticos como Durán i Lleida que la abanderan. Quién sabe si en un futuro.

Lo que nos deberíamos preguntar es cómo hemos podido llegar a esta situación y hasta qué punto esta deriva soberanista no es producto de infaustas  cesiones, entre ellas entregar  a los nacionalistas el control de la Educación y de los medios de comunicación públicos desde las primeras elecciones autonómicas para el adoctrinamiento de las nuevas generaciones de catalanes en el despecho hacia España.   

Nos engaña el portavoz autonómico del señor Sánchez por empeñarse en ese discurso de hacer creer a todos que este problema de la independencias de Cataluña lo es por la cabezonería de dos señores, por muy presidentes que sean.  Ojalá fuera verdad. Porque tendría mejor solución. Pero de Antonio Pradas al último militante socialista le consta que el problema con el nacionalismo catalán es que les hemos dado tanto carrete que ahora solo quieren negociar una cosa: la independencia. Y con esta Constitución no es posible. Nos tendrían que consultar al resto de españoles. Es la Ley.

No parece por desgracia que esto vaya a cambiar de aquí al 9 de noviembre.   

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