Antes de que se construyera el aparcamiento del cardenal  Mendoza ya se aparcaba en el solar de tierra donde se levanta el nuevo parking de larga estancia, solo que al no estar las plazas pintadas cabían algunos coches menos. Pero aun cabían.

 ¿Cuál era la situación entonces?  Que el aparcamiento se abarrotaba todos los días no más allá de las diez de la mañana. ¿Y quién lo ocupaban? Fundamentalmente,  funcionarios y personal del  comercio y entidades financieras del casco, que eran los primeros en llegar. El aparcamiento no cumplía por tanto con la función dinamizadora de la actividad comercial del casco histórico, porque los potenciales clientes  que acuden puntualmente a  comercios y oficias administrativas  lo encontraban abarrotado al llegar en el horario comercial habilitado.

Es más que presumible, por tanto, que esta situación se habría repetido  si este nuevo aparcamiento hubiera sido “de gratis total”, por lo que vemos más ventajas que inconvenientes en esta zona verde que por 2 euros permite dejar el coche desde la 9 de la mañana a las 8 de la noche. Los que acudan al centro a realizar cualquier tipo de gestión que no tenga un horario concreto tienen una oportunidad de dejar el coche por un precio razonable y le evitará tener que estar cambiando el ticket de la zona azul cada cierto tiempo y acabar siendo presa de las multas. La rotación y la accesibilidad a los cascos urbanos solo es posible mediante los aparcamientos de disuasorios de pago, y así sucede en todas las ciudades del mundo con independencia de quien gobierne. El alcalde Román contesto a la petición del “todo gratis” que hizo la oposición recordándoles que durante su etapa de gobierno se pusieron 1.300 plazas de  zonal azul. Normal.

Pretender también que los que trabajan en el centro de las ciudades tengan un aparcamiento gratuito a la puerta de su puesto de trabajo es una quimera. Hay ya ciudades del norte de Europa como Oslo en las que no dejan entrar a los coches de los no residentes en los días laborables. En cambio, sí es oportuno pedir un mejor transporte público y una mayor accesibilidad a esos centros urbanos, algo que desde el último cambio de las líneas de autobuses ha empeorado en nuestra ciudad y sin que el actual equipo de Gobierno acierte a ponerlo remedio.

Y una última consideración,  que es la menos importante. Han polemizado también los grupos políticos municipales sobre si esta  zona verde surge como un elemento más de recaudación de nuestro incansable Ayuntamiento. La oposición dice que sí y el teniente de alcalde Jaime Carnicero que no. Pues bien, GuadalajaraDiario les aporta los datos para que nuestros lectores se puedan hacer una idea.

 El aparcamiento de cardenal Mendoza, con 128 plazas,  a una ocupación al 100 por 100 durante todos los días que tiene habilitado el servicio recaudaría algo más de 70.000 euros y el del torreón de Alvarfáñez, con 46 plazas, unos 22.000.  En total, unos 93.000 euros. Como lo razonable es pensar en una ocupación de un 80% -en la policía Local creen que incluso llegará a  más- no parece que los gastos imputables que estas nuevas zonas puedan generar al Ayuntamiento se aproximen a los citados ingresos. Así que es plausible pensar que el Ayuntamiento tenga unos moderados beneficios  por su explotación a poco que lo gestione bien.

Hay que recordar, por último, que a partir de las 8 de la noche la zona verde es libre, con lo que aumenta  la capacidad de aparcamiento para los vecinos en horario nocturno y a los que se acerquen al casco histórico por la noche para cenar o salir con los amigos. Los residentes, además, tienen 28 plazas durante el día en cuatro zonas habilitadas.