El Ministerio de Defensa ha decidido cerrar el complejo de las Cristinas, que venía funcionando en Guadalajara desde la década de los setenta, según ha podido saber GD. La consejería de Educación trasladará al alumnado y al profesorado del colegio público que allí funcionaba al vecino colegio del Balconcillo, a partir del próximo curso.
La consejería de Educación ha informado días atrás a los sindicatos y claustro ( y hoy hay una reunión con los padres de alumnos) de la decisión del ministerio de Defensa de cerrar el colegio de María Cristina. “Nos dijeron que debido a recortes presupuestarios , el ministerio cerraba el colegio, porque ya había dejado de tener una utilidad para ellos”, dice a GD Antonio Caballero, presidente de la gestora de Fete-UGT.
El ministerio de Defensa va a dejar de pagar, a partir del 1 de marzo, los gastos de mantenimiento del colegio, por lo que la consejería ha tenido que habilitar un crédito extraordinario para llegar hasta el próximo curso.
El centro llegó a Guadalajara como centro específico destinado a las huérfanas de militares caídos en conflictos bélicos. El ministerio garantizaba su mantenimiento y educación, primero en el colegio y posteriormente en cercano instituto Brianda de Mendoza. Las chicas de las cristinas fueron muy populares en la ciudad cuando Guadalajara era una ciudad de unos 40.000 habitantes, y muchas de ellas acabaron emparentado con chicos de Guadalajara. Esta función social y asistencial no parece tener sentido en la actualidad, ni posibilidad de continuación, según Defensa.
Este centro, cuya singularidad es única en Castilla-La Mancha, poco a poco fue abriendo sus puertas al alumnado ordinario. El internado desapareció, y la residencia tuvo una utilización ocasional. Durante el curso 2012-1013, fue usado por los cadetes aspirantes al ingreso a la Academia del Ejército, para pruebas de formación profesional en grado medio y superior, y acceso a la universidad.
A la vista de decisión del ministerio, la consejería decidió no suprimir el colegio inmediatamente, y sí dar una solución económica para que el centro pudiera funcionar hasta final de curso: “Nos fastidia que desaparezca un centro público más en Guadalajara, pero debo reconocer que han buscado la solución menos mala”, añade Caballero.
La decisión ha sido asignar por procedimiento de desglose a todos los alumnos y profesores el colegio público El Balconcillo, que tiene capacidad para acoger una doble línea para el próximo curso ante la pérdida de alumnado en los últimos años.
El Balconcillo es el colegio público de Guadalajara que da los mejores resultados académicos en competencias básicas, según fuentes del sector educativo. Respecto a los profesores, mantendrán sus derechos adquiridos y el nuevo colegio está cerca del actual. Los alumnos no pierden su grupo de referencia y su profesor, garantizando la continuidad en el ciclo.
Según nos confirman desde el sindicato Anpe, efectivamente, se producirá una modificación de la Orden de plantillas publicada el viernes, suprimiéndose todas los puestos de trabajo y unidades del María Cristina y creándose nuevas plazas y unidades en el Balconcillo, para la posible adscripción a ese centro de parte del profesorado. Por otro lado, se trasladará automáticamente al alumnado del María Cristina al Balconcillo, aunque los padres de alumnos que lo deseen tienen la posibilidad de solicitar otro centro, plazo que actualmente está abierto en toda Castilla-La Mancha.
Según ha informado Anpe a GD, tras la citada modificación de plantillas el nuevo centro tendrá 6 clases de Infantil y 13 de Primaria. Al haber menos clases de primaria, 4 maestros quedarán suprimidos y sin destino definitivo para el curso que viene, y que “habrá que reubicar antes del comienzo del próximo curso, de manera provisional, en algún centro de la provincia, junto con el resto de maestros que verán perdido su destino definitivo de cara al curso que viene en base a las órdenes de plantillas publicadas el viernes”, se lamenta el sindicato.
Ampliación de la Universidad
Los terrenos del colegio María Cristinas son militares, y nunca fueron desafectados por el ministerio. A partir de junio, carecerán de utilidad tanto el colegio, la residencia y las instalaciones. Un verdadero desperdicio para una ciudad como Guadalajara, aunque podría tener una solución.
Según ha podido saber GD, entre las mejores opciones que maneja la consejería de Educación para ampliar el campus de Guadalajara, se encuentra utilizar dichas instalaciones, una vez que se ha descartado ubicarlo en el Ruiseñor. Hay que recordar que la última ampliación de estudios en el campus de Guadalajara se hizo en unos módulos prefabricado en el perímetro de la Escuela de Magisterio.
