
ALCÁZAR REAL DE GUADALAJARA,
(con acróstico)
Antes que este dolor de rocas ya sin esquinas
Lacere sus latidos, de largos lloros llenos,
Cofres viejos, recuerdos cortados, sordos truenos…
Aquí lucieron los tapices, las perlas finas.
Zozobra son hoy sobre mustios, lacios terrenos
Ahogados en polvo por manos asesinas
Rodales sin rocío que hundió almenas, colinas
REALmente deshechas, si ayer regios y amenos.
Del dolor eres reino hoy, Alcázar de Arriaca,
En que una sola línea de ayer fiel destaca.
Guadalajara ya no es Corte de los patricios
Ungidos edificios palaciegos. Indicios
-¡Ay dolor!-, que ni Troya, ni Roma, ni Cartago
Daño del tiempo sufren indemnes, sin estrago.
A la vida de nuevo convoco, Alcázar regio,
LA JARA de tus muros, y en ese florilegio
que escriba Arriaca asimismo la caligrafía
de luces nuevas, arcos erguidos a renovada vía de vibrante y grande y colorista y bella poesía.
Juan Pablo Mañueco.






