La Junta de Castilla y León y la Federación Regional de Municipios y Provincias han acordado este viernes recomendar a los ayuntamientos la suspensión de todas las fiestas patronales y locales de 2020, aunque se reservan la posibilidad de prohibirlas en caso de que alguna corporación local se salte esta petición y las programe. Esto significaría que este año no se celebrarían encierros por el campo tan populares como los de Cuéllar y Tordesillas, que compiten en popularidad con el de Brihuega, o los Sanjuanes de Soria.
"No es un año especialmente bueno para la fiesta, quizás no hay especiales motivos de celebración", ha reflexionado el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, en la rueda de prensa de presentación del plan de prevención y control del coronavirus aprobado por el Ejecutivo autonómico para afrontar a partir del domingo la denominada 'nueva normalidad', una vez que deja de regir el estado de alarma.
Igea ha asumido que esta era una de las medidas "desagradables para tomar", pero ha agradecido la "unanimidad" encontrada en el órgano de representación de los ayuntamientos de la Comunidad y ha defendido que es necesario para garantizar la línea de prudencia frente a un virus que, ha insistido, sigue presente en la calle.
"Va a ser un verano distinto", ha subrayado Igea, convencido de que este tiempo es más propicio "para el descanso merecido" y para retomar las actividades lúdicas "con cierto grado de normalidad", que para participar en festejos multitudinarios.
Aunque el vicepresidente ha explicado que la Junta irá adaptando la normativa semana a semana, en el caso de las fiestas se ha mostrado taxativo al referirse a todo 2020, ya que ha expresado que sería "un poco injusto" que se impidiera a un municipio celebrar las fiestas en julio y que posteriormente se modificara la norma para permitírsela a otro en agosto o septiembre.
"Es un signo de responsabilidad y solidaridad entre todos", ha defendido el portavoz del Ejecutivo, apoyado por el acuerdo unánime alcanzado con la Federación Regional de Municipios y Provincias y seguro del compromiso de los alcaldes respecto al cumplimiento de esta recomendación.
En su opinión, "los primeros interesados son los propios alcaldes", porque "nadie quiere volver al escenario por el que hemos pasado", ha añadido como recuerdo de la crisis del coronavirus y de las semanas en que se sucedían los fallecimientos, los contagios y la paralización de la actividad social y económica. "La pregunta es si queremos volver al confinamiento", ha zanjado.
Indignación en el sector de espectáculos
El sector del espectáculo en Castilla y León se siente "roto e indignado" ante la recomendación de la Junta de Castilla y León y la Federación Regional de Municipios y Provincias de suspender todas las fiestas patronales y locales previstas durante todo 2020.
El presidente de la Asociación Acople en Castilla y León, que engloba a agencias y profesionales del espectáculo, Carlos de la Calle, ha mostrado su pesar, su malestar y su indignación con la Junta de Castilla y León y con el Gobierno central porque se han tomado medidas "sin tener en cuenta al sector".
Como consecuencia de este malestar, desde la Asociación se ha advertido de que se van a organizar varios actos de protesta ya que 12.000 personas que viven de forma directa en Castilla y León del espectáculo se han quedado sin un sustento a lo largo de este año.