Juan Carlos Martín Corral, el portero del Córdoba nacido en Marchamalo, cumplió ayer uno de sus sueños, jugar en el Bernabéu.
Para Juan Carlos, el nombre futbolístico del portero del Córdoba, ayer fue un día especial. Debutaba en el Bernabéu con su equipo, un recien ascendido que llegó a Chamartín respaldado por más de cuatro mil aficionados. Los cordobeses llevaban más de cuarenta años sin jugar en Primera y había muchas ganas de estreno.
Aunque el Córdoba perdió, el partido del equipo andaluz fue más que digno. Se defendió bien y creó muchos problemas al Real Madrid, que apenas tuvo cuatro ocasiones en todo el partido. Eso sí, dos de ellas fueron gol: un cabezazo de Benzemá en el área que se coló después de rozar el palo y una llegada de Ronaldo que conectó un preciso chut al borde del área, muy ajustado al poste derecho. Juan Carlos no pudo hacer nada. Sin embargo, el marchamalero atajó muy bien un disparo de Kroos desde fuera del área en el primer tiempo y otro de Ronaldo en el segundo.
Aunque no tuvo excesivo trabajo, lo mejor que se puede decir de Juan Carlos es que jugó con gran serenidad y aplomo a pesar de ser su primer partido en Primera División, y encima en el Bernabéu. Ordenó bien a su defensa y controló el juego por alto. No pareció en ningún momentio un debutante.
Juan Carlos Martín Corral empezó a jugar en las categorías inferiores del Guadalajara y llegó al primer equipo morado cuando jugaba en Tercera División. Le fichó el Rayo Vallecano, donde estuvo seis años. Desde Vallecas recaló en el recién descendido Hércules, donde estuvo dos temporadas, y en el 2013 fue fichado por el Córdoba, equipo con quien consiguió el ascenso a finales de la pasada temporada en Las Palmas. Al Córdoba llegó como suplente de Mikel Saizar, otro jugador que jugó en el Deportivo cuando estuvo en Segunda División, pero una lesión del portero vasco le concedió un oportunidad a Juan Carlos y la ha sabido aprovechar.