El Azuqueca vio volar la victoria. Foto: GUdiario.El Villacañas estableció la igualada (1-1) en el 88.

Es lo que tiene no rematar los partidos… Tras el golazo de Borja Cabanillas, en el San Miguel ya se relamían imaginando como caían tres puntos más en la saca. “¡Qué esto no está terminado!” gritaban desde la grada al conjunto rojinegro. Como si el Villacañas lo hubiera escuchado. Faltaban dos minutos para llegar al tiempo reglamentario, cuando Gonzalo caza un balón en la frontal del área. El delantero visitante se interna ligeramente y, con un disparo potente, bate a Álvaro estableciendo la igualada.

La primera mitad había concluido con un empate a cero, con la sensación de que el Azuqueca había sido mejor, de que sí, que esto había que ganarlo, pero que tampoco iba a ser fácil, ni abrir la lata ni rematar la faena. A pesar del inicio valiente del Villacañas, los locales comenzaron a enseñar las garras gracias a las llegadas de Luis Molina, que en el minuto 9 tuvo la primera gran ocasión. Su balón, solo ante el portero, se marchó desviado.

El partido fue cambiando de manos y, de un protagonismo local, se pasó a un dominio del Villacañas, que no llegó a inquietar al meta local, principalmente, porque Pancorbo, imperial durante todo el encuentro, estuvo siempre al quite. El último tercio de esta primera parte concentró las mejoras ocasiones locales. Lucas se plantó solo ante el portero (minuto 30) y, ya en el alargue, Pancorbo la tuvo de cabeza y Molina, tras un saque de falta, protagonizó otra más.

Patadón
La reanudación ofreció un juego sin ritmo. Demasiado patadón y balón largo. Mario Otero comenzó pronto con los cambios, metió a Borja Cabanillas por Juanpe, a Izan por Luis Molina y a Moraga por un Gabino que hubo de retirarse lesionado. Buscaba cambiar el rumbo del encuentro, pero este se sumió en el terreno de la incertidumbre, porque el Villacañas dio muestras de su calidad y manejo de balón.

El cielo se abrió con el primer gol, una auténtica obra de arte. La fabricó Borja Cabanillas. El 8 rojinegro recibió en su zona, jugó al gato y al ratón con la defensa en la esquina del área grande y, como remate final, sacó a pasear su zurda de forma magistral. El portero solo pudo mirar como el balón se metía, limpiamente, por su ángulo largo. No se lo pierdan.

El tanto, en el 68, dio paso a los mejores minutos de un Azuqueca que, si bien no generó el mejor fútbol, si fue superior a su rival. La tuvo Doménech en el 71, en una falta; la volvió a tener, en el 80, Borja Cabanillas, pero el portero se le echó encima. En el 87, Ambo cabeceó alto tras una falta botada por el propio Cabanillas.

El Villacañas, mientras, daba muestras de saber manejar el balón y de hacer trabajar a la defensa rojinegra, pero, Pancorbo de por medio, tampoco generó un peligro efectivo. La cosa, sin embargo, no estaba cerrada. Y llegamos al minuto 88, cuando la delantera toledana caza un balón largo lanzado desde su defensa. El rebote es aprovechado por Gonzalo para anotar el empate. Era el primer disparo del Villacañas entre los tres palos. Voló la victoria del San Miguel en la llamada “zona Cesarini”. Es lo que tiene no cerrar los partidos.

Ficha técnica
Resultado: CD Azuqueca 1-CD Villacañas 1

CD Azuqueca: Álvaro, Gabino (Moraga´58), Jaime, Doménech (Fabri´82), Fane, Juanpe (Borja Cabanillas´58), Pancorbo, Lucas, Luis Molina (Izan´58), Diego, Ambo.
CD Villacañas: Novillo, Cabezola, Jiménez, Márquez (Aitor Rubio´37), Colastra, Mario (Mateo´90), David Pérez, Amoud, Cruz, Luna (Lucas´73), Gonzalo.
Goles: 1-0. Min.68. Borja Cabanillas. 1-1. Min.88. Gonzalo.
Árbitro: Javier Sancho Amat. Mostró cartulinas amarillas a los locales Fabri, Fane y Diego. El portero suplente Chino, fue expulsado con roja directa en el minuto 90. En el Villacañas fueron amonestados Jiménez y Mario.
Incidencias: encuentro correspondiente a la jornada número 28 de liga, disputado en el estadio San Miguel, ante un numeroso público. Antes del encuentro se guardó un minuto de silencio, en memoria de Alfredo Sotres, socio número 5 del CD Azuqueca.