Alfonso Ortigado, médico del Hospital de Guadalajara, explica muy bien en redes sociales el Coronavirus y otras pandemias de la historia. Este es el artículo:

"Lo peor en una guerra es no conocer a tu enemigo y encima, no poder ni verlo, aunque lo tengas delante de tus ojos. Eso es lo que nos pasa con los virus, nuestros enemigos invisibles.

La mal llamada “gripe española” con la devastadora pandemia de 1918 que mató a 50 millones de personas en el mundo (200.000 en España), produjo 5 veces más muertes que la recién acabada 1ª Guerra Mundial (1914-1918). Imaginaros el panorama de aquella época, salir de una guerra mundial y enlazar con una pandemia de inusitada gravedad, pues aún así, la humanidad salió adelante. Esta pandemia afectó a muchos países, pero estaban más pendientes de la Guerra Mundial, mientras que España que era un país neutral en el conflicto bélico y se dedicó a reportar e informar todos nuestros casos de gripe. Por ser transparentes y rigurosos, nos adjudicaron esta gripe, “gripe española”, no por ser el epicentro de la pandemia.

El virus gripe está formado por 3 géneros, virus A, B y C y además se clasifican en muchos subtipos según sus antígenos de membrana, Hemaglutinina (H) y Neuraminidasa ( N). Los virus gripe tiene 2 características muy importantes. La primera es su constante cambio y variabilidad, no hay 2 virus gripe iguales, según los cambios de esos antígenos de su superficie (H y N), así tenemos brotes epidémicos anuales (cambios menores) o pandemias cada cierto tiempo (cambios mayores). Por cierto, el virus de la gripe española era un virus gripe A (H1N1). La otra característica de los virus gripe es la de afectar a otros animales, a las aves (gripe aviar) o a los cerdos (gripe porcina), y el problema surge cuando esos virus gripe mutan y saltan al hombre, como la gripe aviar H5N1 de 1997 (Hong Kong) o la gripe porcina H1N1 de 2009 (México).

El ser humano siempre ha tenido enemigos invisibles, hay muchos tipos de virus, no estamos solos en este planeta, los virus también quieren sobrevivir y de hecho nos necesitan para reproducirse. A veces se dejan notar como el virus Zica en 2007 (Isla de Yap) y en 2015 (Brasil), virus Dengue en 2008 (América), virus Ébola en 2014 (África Occidental), virus Chikunguña en 2007 (Italia), el coronavirus SARS-Cov en 2002 (China) o el coronavirus MERS-CoV en 2012 (Arabia Saudita).

Ahora estamos contra un nuevo coronavirus, el SARS-CoV-2 con su enfermedad COVID-19, que parece tener un origen zoonótico (de un animal por un virus recombinante), es el séptimo coronavirus que infecta al ser humano, pero cuando algo es nuevo surge siempre la incertidumbre, por la falta de respuesta a muchas preguntas. Para esta guerra no sirven de nada las armas, esta guerra se combate con la CIENCIA, y es su objetivo prioritario, donde se está invirtiendo todo el conocimiento y tecnología disponible a nivel mundial. Lo primero es conocerle, ya se sabe la secuencia de su genoma (ARN monocatenario positivo con sus 30.000 nucleótidos), su envoltura y sus 4 proteínas de superficie (S,E,M,N). Lo segundo es saber cómo actúa, y cómo infecta a la célula humana (receptor ACE-2). A partir de aquí, surgen las líneas de investigación para encontrar diferentes tratamientos y la tan esperada vacuna. Necesitamos respuesta ya, pero la ciencia no hace chapuzas, necesita tiempo para crear una vacuna eficaz, pero sobre todo segura. El tiempo lo define el ensayo clínico necesario para su ejecución, se va contrarreloj pero sin pausa. Confiad en la CIENCIA, es nuestra verdadera defensa en esta GUERRA. Guerra que vamos a ganar seguro! Ánimo amigos, ya queda menos!"

Alfonso Ortigado Matamala

Sanidad Guadalajara. Sanidad Castilla-La Mancha. Ministerio de Sanidad. Universidad de Alcalá