A finales de los años cincuenta del pasado siglo, José Antonio Ochaíta, el poeta de Jadraque, la Voz de la Alcarria como le han denominado algunos, pasaba los veranos en su casa natal, donde descansaba, regaba el jardín y cultivaba su estro poético.

A su casa se acercaban sus amigos del pueblo y de la capital a verle y gozar de su charla y de su sabiduría , pues era un verdadero gozo escuchar lo que para todos era un pozo de conocimiento. En Jadraque trabajaba por recuperar las tradiciones del pueblo, sus señas de identidad, como el castillo que se encontraba en deplorable estado, con lo muros abiertos a todos los vientos y los torreones agrietados y en algunos casos derruidos. También por aquellas fechas el escultor e íntimo amigo de Ochaíta desde la infancia, Antonio Navarro Santafé, se afanaba en reparar las imágenes del Santísimo Cristo de la Cruz Acuestas, de la Virgen de la Soledad, obras ambas atribuidas a Martínez Montañes y del Cristo de los Milagros, esculpido por Pedro  de Mena.

Ochaíta era un jadraqueño preocupado de lo material de su pueblo y de lo espiritual; por aquellos años trabajaba por recuperar la antigua Cofradía la de la “Sangre de Cristo” y por dejar para el futuro la heráldica del escudo de su pueblo, que es precisamente el del marquesado de Cenete, Señor de Jadraque, que figura en los muros del castillo de Ayora (Valencia), con las señas del Cardenal Mendoza y las flores de Lis de Doña Leonor de la Cerda, primera señora de Jadraque.

Descansaba y trabajaba, escribía poesía que manaba de su pluma con la fluidez de una catarata y copla española, ya que fueron cerca de mil las canciones que el trío Ochaita , Valerio y Solano dejó para la posteridad. También escribió canciones con el poeta Rafael de León, uno de sus íntimos amigos y con el maestro Quiroga.

Canciones tan conocidas como La Lirio, Cinco Farolas, Eugenia de Montijo, Sortija de Oro, Americanos, Ay tío páseme el río (estas dos últimas de la película Bienvenido Mister Marshall), Caria la Sanluqueña, En Madrid murió Granero, La fuente de la Alcachofa, Me casó mi madre, Una rosa y un clavel,…nacieron de su inspiración.

Pero fue precísamente la menos lírica, la que menos poesía encierra, la canción que más fama le ha dado, ya que está extendida por casi todo el mundo y traducida a los principales idiomas. Es el Porompompero, y digo que es jadraqueño, porque en aquellos veranos venía a Jadraque a reunirse con su compañero y amigo el compositor extremeño Juan Solano, que al morir Ochaíta decía a sus familiares que le enviaran sus poesías, pues tenían tal musicalidad en su rima que para él era facilísimo convertirlas en canciones.

Pues bien, Juan Solano venía a Jadraque y el músico y el poeta se reunían en una amplia sala de la casa natal de Ochaíta, donde junto a un enorme cuadro de Jesús y una hornacina con una talla de madera de San Luis, había un viejo piano donde ambos componían las canciones. Una de ellas fue el Porompompero, escrita para Enrique Vargas, El Principe Gitano y que poco después, en 1959, cambiando algo la versión la cantó y la grabó Manolo Escobar, uno de los artistas descubiertos por Ochaíta, Valerio y Solano, junto con Antoñita Moreno, El Fary, Rocío Jurado, Gracia Montes, Marisol Reyes…

El 18 de julio, hizo cuarenta años de la muerte de José Antonio Ochaíta. Sucedió en el atrio de la Colegiata de Pastrana, mientras recitaba el verso “Manos nuevas…para una tierra vieja”, que realmente era un canto de reconocimiento a la Alcarria, esa Alcarria Monda y Lironda que él definía en su Voz de Angustia por la misma.

Fue recordado en la edición de Versos a Medianoche de Guadalajara, el pasado 9 de julio. En Pastrana, en el lugar donde murió, el 18, el día de su fallecimiento. Jadraque,  el 20 de julio, le rindió homenaje con la celebración de una exposición “Recuerdos de Ochaíta” y la inauguración de un hermoso monumento en el Parque que lleva su nombre.

Con estas letras he querido unirme a los homenajes y dar a conocer un hecho anecdótico de su vida, que el Porompompero como él, ambos eran jadraqueños.

José Maria Bris Gallego.

 3 de agosto de 2013