El Hispano 514 que adquirió el Ayuntamiento de Guadalajara.

• "Fue la fábrica con más poderío industrial de Guadalajara pero ahora languidece entre cascotes y maleza. Desde que las máquinas dejaron de funcionar en 1978 nada ha podido frenar su deterioro".
•  "La desidia de sus dueños, el abandono de las administraciones y la indiferencia de los vecinos ha sido un cóctel letal. Ahora el esqueleto ruinoso de la Hispano busca nuevos horizontes".
• "La Hispano pudo convertirse en Museo del Automóvil, pero el sueño se truncó. Ocurrió en el mandato de Jesús Alique como alcalde de Guadalajara". 

  La Hispano pudo convertirse en Museo del Automóvil, pero el sueño se truncó. Ocurrió en el mandato de Jesús Alique como alcalde de Guadalajara. En esa época se mantuvieron conversaciones a dos bandas. Con los actuales propietarios de los terrenos, y con los propietarios de la antigua Hispano Suiza, en Barcelona.

Plano fachada del edificio de talleres (Archivo municipal)Con los propietarios actuales se habló de desarrollar el sector en el que la fábrica se encuentra. La idea, según el entonces alcalde, Jesús Alique, era que el terreno que normalmente se cede a la administración al desarrollar un sector, fuera en ese caso el edificio principal de la Hispano. Los dueños actuales estaban interesados en llevar a cabo ese proceso.

De forma paralela, el Ayuntamiento de Guadalajara contactó en Barcelona con la familia de los dueños de lo que fue la Hispano Suiza, la empresa matriz de la factoría de Guadalajara, y con ellos nació la idea de convertir la Hispano en un Museo del Automóvil. “Ya había uno en Salamanca, pero no tenían coches tan antiguos- señala Jesús Alique- por eso pensamos que sería una gran idea montar otro aquí. Los dueños de la Hispano Suiza estaban encantados con la idea ya que disponían de una flota de coches antiguos que podían traer hasta las instalaciones de Guadalajara, además estaban dispuestos a invertir.”

Plano fachada del edificio de talleres (Archivo municipal)Pero el proyecto no salió. El desarrollo del sector no avanzaba y no fue posible hacer la cesión del edificio al Ayuntamiento. “La única manera que teníamos de hacernos con el edificio- dice Alique- era desarrollar el sector. Pero se complicó”. Llegó el final de la legislatura y todo quedó en el aire.

“Es cierto que estuvo sobre la mesa construir ese museo y que tuvimos conversaciones con el Ministerio de Cultura sobre el tema. En esa época además teníamos contacto continuado porque es cuando estábamos intentando convertir el Museo de Guadalajara en una extensión del Museo del Prado.”

Esa ha sido la vez que más cerca ha estado la Hispano de volver a recuperar el esplendor perdido.

En los años anteriores el contacto entre Ayuntamiento y propietarios fue nulo. Blanca Calvo, alcaldesa en 1991 señala que, en su época al frente de la alcaldía, apenas un año, no hubo ninguna relación. 

Visita inaugural de Alfonso XIII a la Hispano en 1920. Francisco de Goñi.Algo que se repite en el mandato como alcalde de José María Bris, entre 1992 y 2003. “Ni siquiera sé a quien pertenece- señala- Yo bajé en muchas ocasiones porque había muchos problemas con asentamientos gitanos pero nunca hubo conversaciones con los dueños.”

Reconoce Bris que recuperar la Hispano siempre fue un tema complicado porque nadie daba dinero para poder arreglarlo. La solución del Ayuntamiento fue ponerlo como un elemento protegido en el Plan de Ordenación Municipal pero sin ninguna posibilidad de que se pudiera dar una solución real.

De hecho fue en un pleno celebrado en  marzo de 1990 cuando el Ayuntamiento decide actuar sobre el complejo de la Hispano. En esa sesión se aprueba la Unidad de Actuación número 5 y se traza la hoja de ruta para los terrenos en los que está instalada la Hispano.  “En ese pleno se autoriza y obliga al propietario- señala Pedro Padrillo, técnico de Patrimonio en el Patronato municipal de Cultura-  a que tiren todas las naves industriales. Sólo está obligado a mantener el edificio de ladrillo que es donde estaba ubicada la administración de la fábrica.”

Un mandato que el propietario sólo tenía que cumplir si actuaba en la zona. Nunca lo hizo. 

Centenario y declaración BIC

La Hispano podría emprender ahora un nuevo camino hacia la recuperación. En 2017 se cumplen el centenario de la llegada de la fábrica a la ciudad y los cuatro grupos políticos con representación en el Ayuntamiento han respaldado la propuesta de Ahora Guadalajara para solicitar la declaración de Bien de Interés Cultural para el conjunto.

Taller de montaje de la Hispano. Colección Mariano González de Pablo.Gracias a ese acuerdo el Ayuntamiento solicitará a la Viceconsejería de Cultura de la Junta de Castilla la Mancha esa declaración. El concejal de Patrimonio, Armengol Engonga, espera que llegue a buen puerto: “No podemos hablar de plazos. Todo depende de la prioridad que la Junta de Comunidades dé al proyecto”.

La declaración de BIC a un edificio no supone una garantía de recuperación. Una muestra es el Laboratorio de los Ingleses declarado Bien de Interés Patrimonial en julio de 2016 o el Poblado de Villaflores, con esta misma protección, y sobre el que no se empezó a actuar hasta que se derrumbó la espadaña de la Casa Principal del complejo.

Para Ahora Guadalajara, impulsora de la iniciativa, el centenario es una buena excusa para recuperar el conjunto y creen que si se declara Bien de Interés Cultural el propietario podría estar tentado de vender el inmueble.

En la actualidad,  La Hispano pertenece a varias empresas, una de ellas es Amotesa, (Agropecuaria Monte Tejer SA), una industria ubicada en Marchamalo, que se dedica al comercio al por mayor de fertilizantes, semillas y abonos.

El apoderado de la empresa, Alberto Marín Tavira, señala que los dueños de Amotesa no quieren hacer ninguna declaración sobre este proceso BIC y afirma que se tomarán medidas si finalmente se produce la declaración: “la Administración que haga lo que considere oportuno- señala. Los propietarios tomarán medidas en función de cómo se desarrollen los acontecimientos”. 

Los actos del Centenario

Y mientras la declaración BIC empieza sus trámites administrativos el Ayuntamiento de Guadalajara comienza a preparar lo que serán los actos de conmemoración del Centenario.

Aunque fue en 1917 cuando la Hispano empezó a construirse será en junio de 2018 cuando se cumplan cien años desde que empezó a funcionar. Y esa es la fecha elegida por el Ayuntamiento de Guadalajara para organizar los actos conmemorativos.

La idea del Patronato de Cultura es tomar como base elementos ya usados en varias actividades y exposiciones sobre la Hispano que se realizaron en 2010, 2011 y 2014.  Según el concejal de Patrimonio todo el material está guardado: “la idea es recopilarlo y, junto a lo que podamos adquirir en los próximos meses, hacer una exposición”. Sin duda la estrella será el coche Hispano 514, un modelo fabricado en Guadalajara,  que el Ayuntamiento adquirió y restauró hace unos años.

El lugar para hacerlo todavía no está decidido pero al equipo del Patronato le gustaría que fuese en el Museo Sobrino “se puede aprovechar el interior y la terraza grande que tiene –recalca Engonga- Creemos que quedaría muy bonito, pero lo tenemos que estudiar”.

Pero el compromiso con la Hispano tiene que ir más allá de un simple centenario. Así lo solicitó Ahora Guadalajara en su moción. Pidió que este fragmento de la historia de Guadalajara forme parte de alguna manera de su imagen turística. El concejal de Patrimonio señala que trabajarán ese aspecto con los elementos que tienen. “Está descartado hacer nada en el edificio en ruinas- confirma Engonga- es algo que no depende de nosotros. Enseñaremos otras cosas que sí tenemos como la exposición que se hizo en el Cuartel del Henares en 2014. La idea es potenciarla”. 

Luces y sombras

La Hispano llegó a Guadalajara por una imposición política, no por un deseo empresarial. Así lo asegura el historiador catalán Jordi Nadal en uno de sus trabajos de investigación sobre esta fábrica.

Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial se necesitaba aumentar la producción de camiones. El rey Alfonso XIII, gran aficionado a los coches y deslumbrado especialmente por los automóviles que fabricaba esta marca, pidió a los propietarios que construyesen una filial. La Hispano Suiza intentó resistirse pero finalmente aceptó ante las presiones del rey. Alfonso XIII pidió que estuviese en el centro de la península para alejarla de posibles ataques en tiempos de guerra y el conde de Romanones, entonces presidente del Gobierno, impuso Guadalajara para montarla. 

El apoyo de Guadalajara al proyecto fue total. En 1916 se celebró un pleno extraordinario para informar de la llegada de la Hispano. Empezaron a buscar terrenos y el Ayuntamiento ofreció la zona donde actualmente se encuentra ubicado el Paseo de las Cruces pero finalmente se optó por el sitio que todos conocemos, entre Guadalajara y Marchamalo. Se compraron cien hectáreas a 1.500 pesetas cada una, el Ayuntamiento ayudó en la compra de los terrenos y perdonó las tasas municipales.

Pero la empresa matriz, según Jordi Nadal, seguía sin estar contenta. Asegura que la Hispano–Suiza se negó a que se utilizara el mismo nombre en Guadalajara porque quería que una empresa y la otra fueran dos cosas distintas. A ello se sumó otro problema: en Guadalajara no había mano de obra cualificada. Todos eran agricultores y aunque se crearon escuelas de oficios específicas para formar a los trabajadores, al final, aprendieron a base de prueba-error.

En Guadalajara, sin embargo, la llegada de la fábrica fue uno de los grandes acontecimientos. Aunque la inauguración oficial no se hace hasta 1920 con la visita de Alfonso XIII, fue en junio de 1918 cuando la factoría empieza a funcionar. En ese momento daba trabajo a 400 personas.

En 1920 se amplía el proceso de producción con la Hispano Air Craft que funcionará hasta 1925.

Hasta 1923, y bajo la dirección de Francisco Aritio, se construyeron camiones y partes de aviones para el ejército. Fue una época con bastantes problemas: de organización, dirección y de disciplina laboral. Según Jordi Nadal en una carta encontrada en los archivos de la Hispano Suiza, el director general Damián Mateu se queja, tras una visita a la fábrica de Guadalajara, de personal relajado, demasiado mayor y de que tienen demasiado tiempo para comer. Mientras tanto los trabajadores exigen sus derechos y ante los continuos recortes salariales convocan una huelga general en 1920. 

En esa época la Hispano atravesó graves problemas económicos e incluso la Hispano Suiza intentó vender la fábrica por tres millones de pesetas pero no encontró comprador.

A partir de 1923 y debido a esos graves problemas económicos,  la matriz pasó a encargarse de toda la gestión desde Barcelona.

En 1930 pasa por sus peores momentos y se llega a despedir a 70 trabajadores; finalmente se les readmite poniendo en marcha la construcción de nuevos productos.

La Hispano para Guadalajara fue todo un revulsivo. Nuestra ciudad era reconocida mundialmente como un enclave puntero en tecnología. En esa época funcionaba a pleno rendimiento la Hispano, el cuartel de ingenieros y el parque de Aerostación. Pero llegó la Guerra Civil y todo se truncó. En ese momento se hizo cargo de la fábrica el Gobierno, que trasladó la producción a Alicante porque era la ciudad republicana más alejada del frente.

Una vez acabada la guerra se intentó volver a ponerla en marcha. Incluso en 1940 se presentó un proyecto para reconstruirla, pero al final no se llevó a cabo y la producción de la Hispano se trasladó a Sevilla. Además se dejaron de reparar los coches de guerra. El trabajo era cada vez más escaso. En 1946 se reparaban allí vagones de RENFE, después se ubicó allí la empresa Aceros del Henares. En 1978 cesa la actividad y la Hispano queda abandonada.

A pesar del paso del tiempo y de los intentos fallidos, en el Patronato de Cultura no desechan el sueño de construir un museo del automóvil en la ciudad .“Lo hemos comentado en el Patronato pero ese requiere personal y dinero- afirma Engonga. Es una idea para el futuro”.