La alcaldesa de Corduente (Guadalajara), Isabel Fernández, ha anciado hoy que la Planta de Biomasa de la localidad, ubicada en la zona del Ducado de Medinaceli, arrasada por el grave incendio de 2005, va a cerrar el próximo día 31. La plantilla directa es de 13 personas, aunque cuando se inauguró eran 20. 

La planta es propiedad de Iberdola y este anuncio coincide con otros cierres decretado por la compañía tras los nuevos impuestos al sector eléctrico decretados por el ministerio de Industria,

como es el caso de la nuclear de Garoña. La versión que está dando Iberdrola es que con la nueva fiscalidad algunas plantas dejarán de ser rentables. Iberdola es también la principal accionista de la central nuclear de Trillo y tiene en Maranchón uno de los principales parques eólicos del país.   

  La planta fue inaugurada en el verano de 2009, a bombo y platillo, por el entonces presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y el de Iberdrola, Ignacio Galán, y se convirtió en la primera central de biomasa forestal de España, con capacidad para suministrar energía eléctrica a 14.000 habitantes y con el reto de evitar incendios y plagas, además de contar con la promesa de que se crearían 250 puestos de trabajo.

En este sentido, la alcaldesa de Corduente ha recordado que era uno de los compromisos del Plan Integral del Ducado, firmado por el anterior Gobierno regional y los ayuntamientos de la zona con vigencia hasta el año 2015, cuyo compromiso era apostar por las energías renovables y el cuidado del medio ambiente.La empresa encargada de la gestión de la planta es Iberdrola desde que se puso en marcha, con una plantilla de una veintena de trabajadores que se ha ido reduciendo hasta poco más de una docena.En este sentido, Fernández ha recordado que en Corduente viven 240 habitantes, de los cuales "más de 10 familias se han quedado sin ingresos tras ser despedidos en Geaccam" y a las que habrá que sumar "otras 5 familias que trabajaban gracias a la planta de biomasa"."Esa actividad, junto con la de los centros de interpretación que el Gobierno regional tiene cerrados, proporcionaban ingresos a nuestros pueblos para quedarnos a vivir en ellos, pero nos están obligando a salir corriendo porque no podemos mantener nuestra vida", ha lamentado Isabel Fernández.