Fernández Iparaguirre vuelve a tener sus gafas coincidiendo con el 125 aniversario. Vamos a ver si duran esta vez./Foto:GuadalajaraDiario.El 7 de mayo de de 1889 fallecía en Guadalajara el doctor Fernández Iparaguirre, uno de los más brillantes intelectuales arriacenses del siglo XIX. Con este motivo, además de volverle a reponer sus gafas en la afortunada galería de hombres insignes de la ciudad que hay en el paseo que lleva su nombre, el Ayuntamiento le ha homenajeado con una recepción a su familia.
Francisco Fernández Iparraguirre fue uno de los intelectuales más preclaros de la ciudad de Guadalajara durante los años finales del siglo XIX y uno de los precursores del Volapük, un idioma de laboratorio que nació con vocación de convertirse en lengua universal, al estilo del Esperanto. Aunque ni una ni otra lengua acabaron alcanzando la universalidad, sí el concepto que alumbraban las ideas de Iparaguirre, quien creía que la unidad de la raza humana y el desarrollo del mundo pasaba por tener una herramienta común para comunicarse. El inglés se ha convertido cada vez más en el volapük del siglo XXI.
Román entrega a los familiares de Iparaguirre una reproducción con el nombre del paseo/Foto:Ayuntamiento. El gran sabio alcarreño nació el 22 de enero de 1852, en Guadalajara, y falleció en la misma ciudad el 7 de mayo de 1889, y el ayuntamiento no ha querido que pasara inadvertida esta efemérides. Así, el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, ha recibido esta mañana en el Ayuntamiento a los familiares del Doctor Fernández Iparraguirre, coincidiendo con el citado 125 aniversario de su fallecimiento.
La visita ha consistido en la recepción de los familiares en la sala de Juntas del Ayuntamiento y en la exhibición de varios documentos del archivo municipal. El archivero ha explicado a los asistentes la importancia que tuvo esta insigne figura para Guadalajara. De hecho, una de las calles más céntricas de la ciudad está dedicada a él desde que en 1901 el Ayuntamiento dio el nombre de Fernández Iparraguirre al Paseo de Las Cruces “en memoria de ese esclarecido hijo de Guadalajara, que tanto honor dio a la misma. Por su reconocido talento, merece distinción tan señalada”.
Familiares de Iparaguirre posan con el alcalde en la escalinata del Ayuntamiento./ Foto: Ayto.Una de las esculturas que se encuentran ubicadas a lo largo del Paseo está dedicada a él. Recientemente, el Ayuntamiento ha repuesto las gafas de la misma, que fueron sustraidas, y ha aplicado una nueva capa de cubrimiento. Tras la visita al Consistorio, los descendientes de Fernández Iparraguirre, porque no todos siguen viviendo en Guadalajara, han realizado una visita turística por la ciudad.
Guadalajara, capital del Volapük
Francisco Fernández Iparaguirre estudió en el instituto de Guadalajara, de allí marchó a Madrid para licenciarse en Farmacia, y durante su vida profesional fue un reconocido especialista, como profesor de primera enseñanza, en la enseñanza a sordomudos y ciegos. Estudió idiomas y ganó la cátedra de francés del viejo instituto de la calle del Museo. Escribió numerosos trabajos para mejorar la enseñanza del francés, pero por lo que era más conocido fue por su concepto de que el mundo debía contar una lengua universal que propiciara el mejor entendimiento de los hombres. Así, creó la Academia Mundial del Volapük, que integró en otro de sus logros: el Ateneo Científico, Literario y Artístico de Guadalajara.
Fernández Iparaguirre escribió una gramática de Volapük y un diccionario Volapük-Español muy celebrado en su tiempo. Desgraciadamente, murió muy joven, a los 37 años, con lo que no solo Guadalajara sino España perdió a uno de sus más geniales lingüistas. Cosa infrecuente, en Guadalajara tuvo muy pronto el reconocimiento de sus paisanos, que le dedicaron el que se conocía como paseo de Las Cruces, la vía más importante de la nueva ciudad que iba surgiendo sobre los campos de labor del sur de Guadalajara.
