La Junta analizará el “Transporte a la Demanda” de la Sierra Norte para ampliarlo a otras zonas

Entrada a Saelices de la Sal, desde Cifuentes.

Hacer la compra, completar un trámite burocrático, ir al médico de cabecera… Son acciones cotidianas que realizamos sin pensar demasiado. Es sencillo. Nos acercamos caminando, usamos el vehículo privado o bien echamos mano del transporte público.

La teoría es simple, muy simple… pero desgraciadamente falla en muchos territorios de la provincia. Lo saben bien en Saelices de la Sal, dentro de los límites del Parque Natural del Alto Tajo. La ausencia de cualquier servicio salta a la vista y la necesidad de desplazamientos, por tanto, se vuelve imprescindible. La comida está asegurada con los vendedores ambulantes, pero, para otras compras, es necesario salir. Ni que decir tiene a la hora de hacer trámites, sacar dinero, o realizar ciertas visitas médicas… Es preciso, sí o sí, acercarse a Cifuentes, Alcolea, Sigüenza o a la propia capital de la provincia, Guadalajara.

Pero Saelices no cuenta con servicios públicos de comunicación por carretera, lo que hace que sus habitantes, pocos y de edad avanzada, se vean “atados” a la hora de acometer ciertas tareas.

“Muchas de las personas que viven permanente en el pueblo ya no conducen porque son mayores”, afirma Lourdes Tamayo, concejala de Saelices, “¿qué cómo lo hacen para desplazarse?, pues tienen que buscarse la vida”
Es ahí donde la “red” vecinal y familiar entra en escena. “Necesitas que alguien te haga el favor y te lleve en su coche. Pero, en estos pueblos, la gente que aún conduce también es mayor, imagínate que, en ese trayecto, se produce un accidente”

La situación, por supuesto, no se limita sólo a la localidad salinera. Se extiende a todos los municipios de la zona situada entre Cifuentes y Alcolea del Pinar. Hablamos de Esplegares, La Riba, Padilla, Sotodosos, Huertahernando, Villarejo…La lista continúa hasta conformar un territorio con una característica común: la despoblación y el envejecimiento. Se trata de núcleos muy pequeños, que raramente superan los cien habitantes. Esa cifra “oficial”, sin embargo, se suele reducir a la mitad en invierno.

Cinco habitantes

Ribarredonda es una localidad perteneciente a La Riba. Sus cinco vecinos esperan, cada fin de semana, la llegada de sus familiares. Con ellos vienen las provisiones. El panadero sólo se acerca una vez y, desde Cobeta y Cifuentes, acuden otros dos vendedores. Solo tres en siete días.

Las tarjetas no sirven por aquí y el cajero más cercano está en Alcolea o Cifuentes. “Para obtener efectivo por esta zona, se las apañan malamente”, afirma Lourdes Tamayo “Mi madre vive en Saelices permanente y, cuando me llama y me dice que no tiene dinero, tiene que esperarse hasta el sábado siguiente, que vengo yo y se lo traigo. En el resto de pueblos será parecido”

El médico es otra cuestión, aunque el traslado a Guadalajara está cubierto por ambulancias. “Yo he llegado a ver, aquí en Saelices, tres en un mismo día para llevar a pacientes a Guadalajara. Luego los tienen que traer, con lo que son seis viajes”, recuerda Tamayo.

Las condiciones de los pueblos son duras en invierno.

Lo que también tiene Saelices es transporte escolar. Acerca todos los días a dos estudiantes, recogiendo a alguno más en el camino. Los llevan al Instituto de Cifuentes. “Van casi de vacío, ¿no se podría habilitar espacio en el minibús, de alguna forma, para que la gente pudiera ir al banco, hacer la compra, completar trámites o, simplemente, a tomar el autobús para acercarse a Guadalajara?”, se pregunta la concejala de Saelices.

Por mucho que se hable de desarrollo, si no hay servicios, las palabras quedarán en humo. Y uno de ellos, un servicio esencial, es la comunicación por carretera, el transporte público. Las personas, y más las mayores, no pueden estar incomunicadas. Lourdes Tamayo lo tiene claro. “Tenemos que hacer algo, porque cada día nos van quitando más servicios, y esos que se van ya no van a volver”.

La Riba

Aceptando la realidad de la situación, la visión que se tiene a pocos kilómetros de Saelices, en La Riba, es bien distinta. Esa es, por lo menos, la opinión de su alcalde, Carlos Loscos. “Hay que ser realista, todo es un problema de densidad de población. Los servicios, poco a poco, van desapareciendo y hay que ajustarse a los que tenemos. Aquí vienen vendedores”

En cuanta la comunicación por carretera, Loscos señala la existencia de servicio de taxi, tanto en la cercana Alcolea como en Cifuentes, aunque cree que no se usa, “tal vez por desconocimiento”.

En relación al dinero, opina que es necesaria una adaptación, ya que el uso de efectivo se está reduciendo a marchas forzadas. “Esto va más en el esfuerzo de las personas, que se niegan a adaptarse. Por ejemplo, mi madre, ya mayor, ha aprendido a hacer bizum y tiene correo electrónico”

La Riba de Saelices, otro de los municipios afectados.

Aún así, Loscos reconoce que los mayores que no tengan familiares para ayudarles, en estas u otras tareas, lo tienen complicado “pero tanto en los pueblos como en las ciudades. Yo me quedo con el hecho de que aquí, aunque seamos pocos, todos tenemos esa actitud positiva de colaborar y cuidar unos de otros”

Transporte a la demanda

A finales del pasado mes de mayo comenzó a funcionar, en la Sierra Norte de Guadalajara, el denominado “transporte a la demanda”. Un plan que busca facilitar la movilidad a personas con dificultades de movimiento o transporte. El objetivo es que puedan acudir a citas médicas u otras gestiones que deban realizarse en poblaciones cercanas de mayor tamaño. Decía entonces el consejero Nacho Hernando que el servicio nacía para “atender a las personas mayores y combatir las desigualdades en pueblos de Castilla-La Mancha”.

Transporte a la Demanda, de la Junta de CLM.

Según informa la web de la Junta, el funcionamiento de este sistema es sencillo: el horario e itinerario de las rutas se genera cada día en función de la demanda mediante una aplicación digital denominada “TSD Sierra Norte”. Hay una central de llamadas para reservar una plaza. Los servicios de transporte se prestan mediante 6 vehículos, 1 minibús y 5 turismos que se posicionan por toda la comarca. El precio del servicio es 2 euros, con un mínimo de 1,30 euros, sin incluir el descuento para jóvenes, mayores, personas con discapacidad y familia numerosa.

Desde la Delegación Provincial de la Junta en Guadalajara se señala que este “novedoso” plan aún se encuentra en periodo de pruebas. La administración regional realizará un primer balance, probablemente una vez concluya el periodo veraniego, para comprobar cómo está funcionando. En función de cuál sea esta respuesta, la intención es ir ampliándolo, desde la Sierra Norte al resto de comarcas de la provincia.

Pue eso, tendremos que esperar a finales del verano. Esperemos que en el Norte esté funcionando bien el servicio. El resto de pueblos de la provincia se juegan mucho.