El buen tiempo y el ambiente festivo acompañó una jornada que se consolida y crece.
La bueyada hizo el recorrido entre Atanzón y Caspueñas./ GD.
En esta segunda edición se pudo repetir el éxito de participación de la primera e incluso crecer el número de inscritos, ya que se superaron las 400 personas y la treintena de caballistas. El acto festivo se encuadró dentro de las actividades en honor a San Marcos, patrón de la Asociación Cultural Carravilla de Atanzón y con la colaboración del Ayuntamiento de Caspueñas.
La jornada del sábado comenzó con un chocolate con churros de bienvenida a todos los inscritos en la jornada. Pese a que el cielo estuvo encapotado, la temperatura fue muy agradable y facilitó que los participantes pudieran hacer el recorrido de una forma muy cómoda.
En esta segunda edición, la comitiva partió desde Atanzón, recorriéndose las principales calles del pueblo, desde el Camino del Cementerio hasta la Plaza Mayor, con varias paradas. Desde ahí el toro domado para estos eventos, los cabestros, caballistas y resto de vecinos de ambos pueblos se dirigieron hacia la Vega del Río Ungría por el antiguo camino.
La primera parte del recorrido era cuesta abajo, hasta el Parque de La Rasera, de Atanzón, en la Vega del Ungría, y se realizó a buen ritmo. Allí se produjo una parada donde la comitiva se agrupó y volvió a remprender la marcha.
Todos los vecinos pudieron disfrutar de las imágenes de la primavera en este espacio virgen de La Alcarria, que durante unas horas recuperó el sabor añojo de las labores camperas de trashumancia.
Durante todo el camino, la actividad estuvo dirigida por el ganadero Jose Luis Ochaita, de Cifuentes. Por segundo año fue el responsable de aportar las reses y demostró una gran profesionalidad y conocimiento.
El almuerzo se realizó en los alrededores del Molino del Tío Patricio, donde todos pudieron refrescarse y comer un bocadillo de tortilla.
Desde ahí se emprendió el último tramo del recorrido con la manada de bueyes, muy arropada por los participantes hasta la entrada de Caspueñas. Allí se sumó la charanga que animó entrada al pueblo.
La comitiva de toro, bueyes, caballos y personas se realizó desde la parte baja del pueblo y los animales entraron en la Plaza de la Iglesia a la carrera. Luego se celebró un vermut y paella para todos los asistentes.
El día se cerró en Caspueñas con un encierro infantil, con bueyes, muy concurrido, por los más jóvenes de ambos pueblos; y una merienda para todos los niños.
Cierre de fiesta en Atanzón
Por la noche, ya en Atanzón, dentro de los actos de la Asociación Cultural Carravilla se celebró una cena de socios y posterior baile hasta altas horas de la madrugada. Los actos de San Marcos concluyeron con la misa en honor al patrón y el vermut con los típicos hornazgos y limonada.
Desde la organización se agredece la colaboración de Protección Civil Guadalajara, que desplazó una unidad de asistencia; así como al ganadero Jose Luis Ochaita por su buen hacer durante toda la jornada.







