El compromiso de Naturgy con la sociedad va más allá de la actividad empresarial. Por eso, cada una de sus instalaciones de generación renovable, tanto en operación como en proyecto, es una oportunidad para contribuir a la mejora de las condiciones de vida de los territorios y sus habitantes
Uno de los grandes ejemplos de uso compartido del terreno es la actividad de pastoreo controlado dentro de las plantas solares. En Porzuna (Ciudad Real), cinco pastores siguen desempeñando sus labores como lo hacían antes de que se construyeran las plantas; en Canredondo (Guadalajara) se acaba de implantar también esta actividad
Las energías renovables son la gran palanca para impulsar la transición energética y la descarbonización de la economía española, pero su desarrollo debe ser una oportunidad para los territorios en los que se implantan, generando valor compartido y oportunidades para sus habitantes. Así lo entiende Naturgy y por eso, en Castilla-La Mancha, como en otros territorios donde la energética apuesta por la energía verde, cada parque eólico, planta solar o central hidroeléctrica se concibe como una ocasión para mejorar el entorno.
Este compromiso con la sociedad, que va más allá de la actividad empresarial, se aplica integrando la gestión social en todo el ciclo de vida de los proyectos de generación. Una gestión que, a través del diálogo fluido y permanente permite conocer las expectativas y los intereses de las comunidades locales, facilitando que se involucren y participen.
Naturgy opera actualmente más de 1.000 MW de potencia renovable en 29 instalaciones de distinta tecnología en Castilla-La Mancha. Su objetivo es duplicar esta potencia en los próximos años a través de los más de 20 desarrollos que ya están en marcha y que incluyen nuevas plantas solares, hibridaciones de parques eólicos y centrales hidráulicas con tecnología fotovoltaica y proyectos de almacenamiento.
El diseño de estas nuevas infraestructuras integra la gestión social de forma transversal. Tras más de 30 años operando instalaciones de producción renovable en Castilla-La Mancha, la vocación de permanencia de la compañía en esta región y su apuesta por ser uno más en el territorio, desde el respeto a las comunidades locales y la contribución a mejorar su vida, es innegable.
Naturgy quiere ser un vecino más en los territorios en los que opera, por eso la comunicación de igual a igual, temprana y transparente, es fundamental, ya que solo a través de la escucha activa de las inquietudes de las comunidades se puede lograr el objetivo final: impulsar acciones que mejoren la calidad de vida del entorno y ser un motor de desarrollo en el territorio, así como palanca de apoyo al empleo local y la formación en el sector.
Los rebaños que pastan en las distintas plantas solares de la región; la organización de visitas educativas a las instalaciones de generación renovable; la apertura de líneas de colaboración con Grupos de Desarrollo Rural o los programas de custodia agraria son algunas de las iniciativas que se han puesto en marcha y que demuestran que generar un valor compartido con las comunidades locales es posible.
Así ocurre, por ejemplo, en el complejo solar de Porzuna (Ciudad Real), donde el sector primario y las energías renovables conviven en armonía. Cinco pastores siguen realizando, como venían haciendo antes, sus labores de pastoreo de ovejas en el interior de las plantas, con la ventaja que supone que el ganado esté libre, pero seguro, en un recinto cerrado en el que también tienen la posibilidad, desde este verano, de pasar la noche. La actividad de pastoreo controlado se ha implantado también recientemente en la planta solar de Canredondo, en Guadalajara.
Proyectos en desarrollo
Naturgy iniciará en breve la construcción de tres nuevas plantas solares de 50 MW cada una en Castilla-La Mancha. Se trata de Zorita I y Zorita II, que se ubicarán en el entorno de la antigua central nuclear “José Cabrera”, en los términos municipales de Zorita de los Canes y Almonacid de Zorita (Guadalajara), y de Ocaña, en la provincia de Toledo.
Además, la compañía ha iniciado la tramitación de cinco proyectos de almacenamiento con baterías hibridados con solar, de 20 MW cada uno, y que se ubicarán en la planta solar El Carpio de Tajo (Toledo) en cuatro plantas fotovoltaicas de la provincia de Ciudad Real: Picón I, Picón II Picón III y La Nava; y trabaja también en la hibridación de 12 parques eólicos con tecnología fotovoltaica.