Trigesimosegunda edición de la Scooter Run “Alkarria”. Fotos en el interior.
¿Qué mejor para disfrutar de una mañana soleada de sábado que una concentración de clásicos a la sombra del Palacio del Infantado?. Sobre dos ruedas y clásicos de los de verdad porque, ¿qué sería del mundo de la carretera, sin la existencia de la Vespa?. El “Dios Ke Ventiska Scooter Club de Guadalajara” fue el responsable de la trigésimosegunda concentración “Scooter-Run Alkarria”, que volvía a la ciudad tras la pandemía. Más de doscientos inscritos trajeron sus míticas scooters desde distintos puntos del país e, incluso hubo participantes llegados de Inglaterra y Francia, como en anteriores ediciones. La tradición se pasa de generación en generación, porque algunos ya acudieron con sus pequeños aficionados, por cuyas venas corre sin duda la sangre motera, perdón, la sangre de la Vespa. Enrico Piaggio, tu máquina parecía una avispa sí, pero sigue volando contra viento y marea ¡Larga vida a la Vespa!.











