Paula (Eulalia Ramón), Shanon (Tony Peck) y El Americano (Alfredo Landa) en un fotograma de la película. Es la XXII edición y se celebra este sábado.

 El municipio de Peralejos de las Truchas, en el Alto Tajo, acogerá el sábado la XXII Fiesta Ganchera, declarada de Interés Turística Regional.

Esta celebración va rotando por cada uno de los municipios que conforman la Asociación, que son Poveda de la Sierra, Zaorejas, Peñalén, Taravilla y Peralejos de las Truchas.

Si la pasada edición se rindió homenaje al escritor José Luis Sampedro, con motivo de su centenario, que reflejó en su libro "El río que nos lleva" la forma de vida de los gancheros del río Tajo, este año los actos se centrarán en el trigésimo aniversario de la película con el mismo nombre, dirigida por Antonio del Real en 1988. Una película realizada con buenas intenciones y que logró intersantes momentos, pero que anduvo corta de producción para un desempeño tan grande y penoso,  aunque se salva gracias al trabajo del propio director y de actores como  Eulalia Ramón, Fernando Fernán-Gómez, Mario Pardo, Santiago Ramos, Alfredo Landa o Juan José Artero, que arroparon a un esforzado Toni Peck -el hijo del gran actor de Hollywood- en su papel de Shanon, que se fue al agua en innumerables ocasiones porque se resistió a que le doblaran.

Esta fiesta, a la que acuden cada año unas 2.000 personas, se celebrará el sábado, si bien en la tarde del viernes la Asociación de Municipios Gancheros del Alto Tajo, organizadora del evento, ha previsto varios actos, como la proyección de varias escenas de la película.

El día grande de la fiesta será el sábado y arrancará a las 9.00 horas, a ritmo de dulzaina y zambomba que amenizará un pasacalles en el que se ofrecerán rosquillas y aguardiente a los presentes y a continuación, se bajará hasta el río, a unos dos o tres kilómetros del municipio.

Sobre las 11 horas se prepararán los troncos y a mediodía tendrá lugar esta fiesta en la que cerca de 25 "gancheros" intentarán bajar alrededor de un kilómetro y medio por el Tajo subidos sobre ellos, como se transportaban tradicionalmente las maderadas, hasta proceder a la saca de los mismos. Para facilitar las maniobras se forman balsas, que son más gobernables en el río, aunque en la realidad los troncos iban sueltos por el Tajo y los gancheros (en su mayoría hombres rudos y expertos que procedían de la zona de Valencia) caminaban sobre ellos y los pastoreaban para evitar que se atascaran en los estrechamientos,lo que daba lugar a los momentos más peligrosos, como muy bien relata Sampedro en su libro.