Fandiño fue el triunfador en la corrida de primavera de Brihuega, aunque no tuvo suerte con la espada./Foto: Fernando Toquero. El torero vasco Iván Fandiño, vecino de Tórtola de Henares, ha logrado hoy el mayor éxito de su carrera al salir por la puerta grande de Las Ventas.

 Ante los miembros de la peña taurina de Tórtola de Henares, donde reside desde hace tiempo,  Ivan Fandiño ha conseguido la gloria en la plaza de toros de Madrid, cuya puerta grande se le venía resistiendo durante su carrera.

Ante dos toros bravos de Parladé, astifinos y de gran trapío, Fandiño dio una gran muestra de torería. Cortó en ambos una oreja, yendo de menos a más, arrimándose mucho al toro y sacándole todo lo que se podía con dos faenas muy variadas tanto en la muleta como en el capote, consiguiendo algunas verónicas ajustadísimas. Pero lo que puso al público con el corazón en un puño fue la forma de matar a su último astado. La faena era de oreja, eso significaba la puerta grande, y decidió matar sin muleta. En un segundo intento, el toro se arrancó y Fandiño se tiró entre los cuernos aun sabiendo que lo iba a voltear. Dio una vuelta en el aire y cayó en el suelo. El toro no fue a por él. La estocada, ligeramente tendida, no fue suficiente y el toro necesitó de dos descabellos. Aun así, el público estaba tan entregado que le dio la oreja, merecidísima. Fandiño actuará el viernes en su segunda tarde de San Isidro.

El torero vizcaíno tiene casa en Tórtola y se hizo novillero en las plazas de los pueblos de esta provincia. Ahora tiene idea de construirse una finca y casa en otro pueblo de Guadalajara, pero sin salir de la provincia.   

Este triunfo de Fandiño revaloriza su presencia en Guadalajara en donde se encerrará con seis toros en una corrida goyesca el viernes de Ferias.