Las personas afectadas de Sensibilidad Central de Guadalajara --dan la cifra de un centenar de afectados- o bien conocidos como “personas burbujas”, se reunirán hoty, martes,a las 17 horas, por primera vez, con los representantes del Equipo de Gobierno de la ciudad en el parque de Las Lomas. No toleran los espacios cerrados. Advierten que cada vez son más los afectados. Las ondas electromagnéticas son sus principales enemigos.

 A la reunión están invitados también los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento, el Presidente de COCEMFE- GUADALAJARA, AFIGUADA, dos miembros de la Plataforma Electrosensible por Derecho de la Salud, y la Gerencia del Hospital Universitario.

El motivo de elegir un parque (Las Lomas,situado en la Avenida de la Salinera) y no en un centro o local social (algo que se les han ofrecido desde el Ayuntamiento), es porque la mayoría de las personas afectadas no pueden tolerar los espacios cerrados, debido al uso de productos de limpieza, colonias, lacas, pinturas, desodorantes... y especialmente las ondas electromagnéticas, generadas por las diversas tecnologías, (wifi, telefonía móvil, inalámbricos, redes de alta tensión...). "Muchos de nosotros padecemos síntomas y signos, que hacen que estos productos químicos o estas ondas, nos hayan obligado a “blindar” nuestras casas o incluso abandonarlas y buscar un sitio más aislado para poder sobrevivir", dice Marisa Sánchez Villaverde, una de las afectadas.

"Algunos de nosotros también tenemos asociados a la Sensibilidad Química Múltiple (SQM) y a la Electrohipersensibilidad (EHS), otros síndromes como Fibromialgia, Encefalomielitis miálgica (SFC), Hipersensibilidad lumínica (sensibilidad a la luz), Hiperacusia (sensibilidad al ruido), intolerancias alimentarias (gluten, lácteos, etcétera), en diferentes grados", añade.

Algunos pueden llevar una vida un poco más normal y otros han dejado de tener vida:"Podemos protegernos con mascarillas de los productos químicos, podemos pasar días, semanas o meses en la cama, postrados después de una exposición, con unos grandes dolores en todo nuestro cuerpo, causados por estas enfermedades, exhaustos nada más levantarnos de la cama, por nuestra fatiga crónica, algunos podemos comer comida ecológica y mejorar de nuestras intolerancias, pero hay algo que no podemos evitar,las ondas electromagnéticas", prosigue Marisa.

"Solo mejoramos en un ambiente aislado"

Las radiaciones producidas por ondas electromagnéticas, tienen graves consecuencias entre los afectados: dolor de cabeza, insomnio, quemazón en la piel, zumbido constante en los oídos, hasta llegar al desmayo, agotamiento, dolor y sequedad de ojos."Solo mejoramos en un ambiente aislado, con la consecuencia de vernos excluidos en todos los niveles de la vida: familia, amigos, atención sanitaria, participación ciudadana" sigue contando Marisa. Pero el problema es que estas personas con electro-hiper-sensibilidad, "cada vez y desgraciadamente somos más, nos induce a pensar que estos casos irán creciendo. Intuimos que estamos ante un verdadero problema de salud pública de dimensiones impredecibles, y por eso tenemos compañeros y amigos luchando en todo el país".

En el País Vasco se ha aprobado una enmienda a la proposición no de ley relativa a la contaminación electromagnética. En ella piden al Ministerio de Medio Ambiente e Industria una regulación específica de este tipo de contaminación basándose en la resolución 1815 del Consejo de Europa, apostando por el principio de precaución y que los emisores de estás ondas sean mínimos para dañar lo menos posible.

100 personas afectadas por Sensbilidad Central en Guadalajara

Según esta fuente, en nuestra ciudad contamos en la actualidad con más de 100 casos de personas afectadas por Sensibilidad Central, y "eso que nuestros médicos aún no están familiarizados con estas enfermedades emergentes".

En consecuencia, reclaman se hagan estudios "reales e independientes" de cómo afectan estas ondas al organismo de los seres vivos, ya que no son sólo estas afecciones, que ellos padecen, sino que han observado cada día como va en aumento el número de personas afectadas por tumores, Alzheimer, Parkinson, niños con Hiperactividad y Autismo, que mejoran sus síntomas cuando se alejan de una fuente de contaminación y vuelven a recaer al somerterse a ella nuevamente:“Creo que todo esto debe invitarnos a reflexionar, si la tecnología usada es la que más nos conviene o la forma de usarla es la correcta”

Les llaman, y ellos así se consideran “los canarios de las minas”, ya que por la razón que sea, están detectando antes que otros estos problemas de contaminación medioambiental, como resultado de una sobrecontaminación de productos químicos en la comida, aire, agua y de la frecuencia con la que emite la tecnología inalámbrica:"todos por suerte o por desgracia somos electrosensibles".Por ello reivindican alternativas tecnológicas al wifi:"aparte del cable, tenemos LI-FI, una tecnología que mediante fotones, permite la transmisión de hasta 500 mbps (megabits por segundo), es decir, casi 5 veces más rápido que el Wi-Fi".

En consecuencia, luchan porque en España se llegue a un consenso, como en otros países europeos, sobre las medidas a tomar para proteger a los ciudadanos, "como eliminar el WIFI en las escuelas y crear zonas blancas (áreas protegidas de químicos y radiaciones electromagnéticas) para sus afectados".

"Espacios blancos en los hospitales"

Con este encuentro, los afectados queremos expresar que necesitamos “espacios blancos”, como mínimo en los hospitales y poder extenderlo a colegios y lugares públicos, ya que algunos no podemos permanecer dentro de un centro sanitario más de 10 minutos y con la resignación de no tener derecho a una atención sanitaria ni a una vida dignas.

En este sentido, reclaman ayuda de las administraciones competentes, que reconozcan estas patologías, para poder asumir los gastos que les producen, “como ayudas técnicas que necesitamos para poder desplazarnos, mascarillas y ropa de protección, que tienen un precio de entre 10 y 40 euros cada mascarilla, adaptar nuestra casa, apantallándola de la radiaciones emitidas, instalación de filtros para el agua, complementos vitamínicos que tenemos que tomar para fortalecer nuestro organismo, como comer comida ecológica ya que la comida convencional no podemos tolerarla", sigue explicando Marisa.

La mayoría de los afectados han tenido que dejar de trabajar y pocos tienen recocida una incapacidad y una pensión: "Por ello necesitamos sensibilizar a todos de que estos síndromes llegan a incapacitar a una persona hasta dejarla en la exclusión social total”.