El cadáver de Carolina, la mujer asesinada en Cifuentes por su pareja, parece que fue descuartizado y los restos se arrojaron a las bolsas de comida para los perros de las reahalas.

 La investigación manejaba dos posibilidades  igual de truculentas sobre el destino del cadáver de la mujer asesinada en Cifuentes. Uno que hubiera sido devorado por los buitres en el muladar de Riba de Saelices y otro que fuera descuartizado. El agresor dio la pista del muladar, pero allí no se ha encontrado nada. En su lugar, sí se han hallado restos, que parecen ser del tronco, en una nave propiedad del carnicero.

Pues bien, según informa Europa Press, citando fuentes de la investigación, el hombre, que regentaba una carnicería en la localidad, descuartizó a la víctima en las dependencias de la citada carnicería, y se fue deshaciendo poco a poco de los restos depositándolos en bolsas que llevaba a las rehalas de las cacerías para alimentar a los perros. Esto explicaría que no se hubieran encontrado más restos.

El agresor está en la cárcel después de que el juzgado número 2 de Guadalajara decretara su prisión provisional por un delito de homicidio.