La presentación en las XLII Jornadas del Viticultura y Enologia “Tierra de Barros” en Almendralejo (Badajoz),centro científico vivo de los estudios nacionales e internacionales del vino y referencia del mundo vitivinicola actual, de la ponencia titulada “La vitivinicultura de altura en Cogolludo, modelo de identidad cultural basado en la sostenibilidad y en la calidad,” no hace más que acentuar el papel y la consiguiente labor vitivinicola que han ejercido, ejercen y ejercerán los vinos de Cogolludo, recuperados ciertamente por el buen hacer de Bodegas Rio Negro en los ultimos decenios, cuya tenacidad y su empeño por producir caldos en un lugar vitivinicola por excelencia, diríamos más bien afán, han situado el protagonismo historico de los vinos de Guadalajara, entre ellos los provenientes de Cogolludo, en su justo lugar, proyectando primordialmente la calidad en cada una de las botellas producidas, en un ambiente de sostenibilidad medioambiental a partir de unas plantaciones novedosas de altura, consecuencia ultima de la derivación del cambio climático, cuyas repercusión se está haciendo notar en el cultivo de las vides de modo significativo.
La puesta en escena de Bodegas Rio Negro, a través de la familia Fuentes en Cogolludo a finales de los 90, ha revolucionado el panorama vitivinícola de Guadalajara y ha hecho que el mundo vitivinícola nacional, preferentemente, vuelva su mirada a Guadalajara, como lugar distintivo de producción de vino de calidad.
En cierta manera, en las ultimas decadas pronunciar vino de Guadalajara suponía decir Vinos de Mondejar, cuya denominación de Origen de los años 90, producto más bien de una decisión política en su día y con una excesiva centralización y monopolización de su nombre en su origen, situación que le ha hecho perder notoriedad en otros centro vitivinícolas cercanos significativos, ha impregnados los mercados de Guadalajara, generalmente en base a buenos vinos de mesa, sambenito del cual todavía no han podido desligarse hasta el momento presente y si, con una meritoria constancia de empeño de lograr vinos de calidad , principalmente a través de la relevancia de Bodegas Mariscal ,en torno a una red de comercialización todavía escasamente consolidada y a su pesar, escasamente reconocida en los circuitos agroalimentarios importantes.
Panorámica de la Finca Río Negro en Cogolludo.La puesta en escena de Bodegas Rio Negro, a través de la familia Fuentes en Cogolludo a finales de los 90, ha revolucionado el panorama vitivinícola de Guadalajara y ha hecho que el mundo vitivinícola nacional, preferentemente, vuelva su mirada a Guadalajara, como lugar distintivo de producción de vino de calidad. El caso de Bodegas Rio Negro representa un claro ejemplo de la llamada revolución de los “vignerons”, con ese afrancesamiento típico de nuestro país, en el que hombres valientes, como los pertenecientes a la Familia Fuentes, a partir de de pequeñas bodegas, se han lanzado a producir grandes vinos, cuya idea desde el origen ha girado en torno al respeto a la tierra y a la viña para conseguir unos vinos con personalidad.
Hablar de los vinos de Cogolludo es sinónimo de tradición e historia viva de los caldos alcarreños. Ese pasado vitivinícola, de recuerdo inmemorial, reflejado fehacientemente en los fondos documentales de antaño, bosquejado de manera minuciosa a través de los siglos XVI, XVII Y XVII , con recorridos en las Relaciones Topográficas de Felipe II, el Catastro de Ensenada y los Diccionarios Geográficos de Miñano entre otros, contextó, que unido a la incursión de Bodegas Rio Negro en el concierto vitinicola de Cogolludo, cuyo concurso y posterior expansión en el propio municipio ha posibilitado la actividad emprendedora de algunas iniciativas de recuperación de patrimonio vitivinicola a través de edificios singulares tales como el Convento de las Carmelitas. Todo ello hace, que hablar de vinos en Guadalajara, es hablar del presente, que tiene su reflejo en la actualidad en todo lo relacionado con lo que supone el desarrollo de los vinos de Cogolludo en los diferentes aspectos.
Esta situación preferente que han logrado los vinos de Cogolludo en la actualidad con un lema muy claro en pro de la calidad, ha hecho a algunos pensar y recapacitar en reelaborar una nueva denominación denominada “Vinos de la Alcarria”, para todo los vinos producidos en Guadalajara
Esta posición de privilegio , atesorado por años de crecimiento y de influencia en los mercados, por parte de Bodegas Rio Negro, puede ser un autentico catalizador en cuanto a qué políticas comerciales hay que llevar a cabo y representar una verdadera punta de lanza, visto el resultado de la dinámica comercial desarrollada por un lado y su posición de relieve en los mercados nacionales por otro, con otros centros elaboradores de vino en la provincia, que posiblemente quieran ser ejemplos de mayor integración bajo un lema vitivinicola mas agrupado y supone un claro toque a la proyeccion de la DO ”Mondejar”, cuya andadura, a pesar de los años transcurridos , se encuentra en una posición modesta , con un grado de comercialización baja , que no refleja en cierta manera la posición de relieve que han tenidos los vinos de Guadalajara en los variados mercados históricos de épocas anteriores.
Esta situación preferente que han logrado los vinos de Cogolludo en la actualidad con un lema muy claro en pro de la calidad, ha hecho a algunos pensar y recapacitar en reelaborar una nueva denominación denominada “Vinos de la Alcarria”, para todo los vinos producidos en Guadalajara como se ha conocido siempre, y que se fomente y se formule otra diferente cultura del vino en la provincia, haciendo promoción mas de lo propio en vez de los foráneo.
Plantar vides en altura en Guadalajara desde su origen ha sido un factor desconocido y extraño y una arriesgada empresa, ya que hasta ahora no se conocía ninguna experiencia anterior en la provincia, ya que se tenía la idea de que con las heladas se destruían las vides y, con la única base, durante siglos, de plantar mayoritariamente en los valles, como había sido lo tradicional y pudiéramos decir lo clásico, pero gracias al apoyo de los científicos–técnicos de Universidades, a través de una planificación en relación a la plantación y al tipo de vides autóctonas, muchas de ellas en proceso de desaparición, se han logrado hacer vinos de calidad, frescos y ácidos en detrimento de la graduación alcohólica, muy al gusto de los exigentes consumidores actuales .
Con independencia de haber logrado unos vinos de calidad, en base tanto a plantar en altura como seleccionar las vides más apropiadas provenientes de la zona, Bodegas Rio Negro ha logrado con su labor un enoturismo, galvanizado con una didáctica peculiar y popular, el conocimiento del vino entre los consumidores, ya no solo provenientemente de la provincia sino con una incursión en un mercado potencial como el que representa Madrid, a través de una adecuada política de comunicación de difusión del vino en redes sociales preferentemente, ciertamente lo suficientemente atractiva, cuyo interés ha ido creciendo paulatinamente con el paso del tiempo; revulsivo a su vez de un fuerte dinamismo del mundo de la gastronomía en el municipio de Cogolludo, creando un binomio de importante repercusión; pudiéramos decir un maridaje entre gastronomía y el mundo de los vinos en el municipio, creando un ambiente propicio para ya no solo degustar un cabrito delicioso en alguno de los restaurantes del lugar. Después de haber paladeado vinos locales en la bodega del municipio, se une la opción de visitar para hacer la digestión de los lugares más emblemáticos de la villa, conformando una jornada lo más variada y variopinta para el disfrute general.
En resumen, la llegada y asentamiento de Bodegas Rio Negro en Cogolludo ha devuelto el esplendor a unos vinos épicos tradicionales, cuya filosofía fue siempre en función de sus mentores históricos producir vino de calidad en cada una de sus producciones, que tiene su mejor huella en las innumerables cuevas –bodegas que se asientan no solo en la mayoría de las casas del municipio, sino también en los edificios civiles y religiosos del lugar.
MILKO ÁLVARO ROLDAN
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Milko Álvaro es especialista vinos y durante un tiempo llevó la dirección de ferias comerciales de Guadalajara, Mondejar,Jadraque, entre otras.