Son siete zonas ubicadas en varios embalses y en el propio río Tajo
Tras las restricciones del año pasado las aguas vuelven a su cauce y Guadalajara podrá disfrutar de siete zonas de baño que han sido autorizadas por el gobierno regional. Las siete zonas están ubicadas dos en el Río Tajo (Trillo y Zaorejas); tres en el Embalse de Entrepeñas (Alocén, Durón y Pareja); una en el Embalse de Alcorlo (La Toba) y una en el Embalse de Pálmaces de Jadraque.
El año pasado el baño estaba prohibido en la mayoría de esas zonas ya que Sanidad obligaba a los ayuntamientos a responsabilizarse del aforo, una competencia que los ayuntamientos eran incapaces de asumir y que les llevó a prohibir el baño en la mayoría de las zonas autorizadas, prohibición que en muchos casos no fue respetada.
El alcalde de Durón, Juan Ramírez, ha confirmado a Guadalajara Diario que este año todo será como antes de la pandemia a no ser que haya alguna comunicación en contra del gobierno regional.
Vigilancia
Para proteger la salud de los usuarios de las zonas de baño, la Consejería de Sanidad realizará, cada quince días, un control de la calidad de las aguas, las instalaciones y sus entornos. La vigilancia de estos espacios está basada fundamentalmente en la inspección ocular de la playa y el agua, así como la toma de muestras del agua de las zonas de baño para comprobar su calidad.
Para conocer el estado de estos espacios puede acceder al sistema nacional de información sanitaria ‘NÁYADE’ (http://nayadeciudadano.sanidad.gob.es/) y de la página web Sanidad Castilla-La Mancha (https://sanidad.castillalamancha.es/ciudadanos).
Recomendaciones
Coincidiendo con el inicio de la temporada, la Consejería de Sanidad recomienda a la ciudadanía respetar la señalización existente, así como cuantas indicaciones de advertencia, avisos y peligros que se encuentren instaladas en estos parajes.
Se aconseja tener en cuenta la profundidad de las zonas de baño, que puede variar de un día a otro, por lo que conviene comprobar la distancia al fondo y que no haya elementos sumergidos tales como piedras, árboles, ramas u otros objetos.
Además, es importante no olvidar que las características y dinámica fluvial de estos espacios naturales pueden provocar que el fondo a veces sea inestable o que se creen surcos o pozas de profundidad y comportamiento desconocido.
Ante crecidas del caudal de un río o si la velocidad de la corriente aumenta es preferible evitar el baño.