Marchamalo dejó el transporte urbano con Guadalajara en 2013, y desde entonces ha tenido su propio servicio de autobuses al margen de Guadalajara. Uno de los problemas que el nuevo contrato quiere solucionar es recuperar los autobuses de plataforma baja, que no tiene el actual servicio./ Archivo GD. Aunque el Ayuntamiento de Marchamalo contempla que el nuevo servicio de autobuses entre Marchamalo y Guadalajara podría entrar en vigor en octubre, todo aparenta que no va a ser así. Cada día que pasa el desencuentro entre ambos ayuntamientos es mayor y el convenio que van a firmar la Junta y el Ayuntamiento de Marchamalo recoge que la eficacia del mismo “se diferirá hasta la fecha en que, tras los trámites oportunos, se autoricen esas paradas”. Dos de ellas estarían en Santo Domingo y el Ferial Plaza.
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Román plantea crear un consorcio de transporte con los municipios del entorno
El convenio entre el Ayuntamiento de Marchamalo y la Junta de Comunidades que el viernes acordó suscribir aquel ayuntamiento tiene un importante obstáculo que salvar. La propuesta de convenio que está sobre la mesa de la consejería de Fomento recoge que en el caso de las nuevas paradas, que se contemplan en el término municipal de Guadalajara, la autorización requiere un informe previo de su ayuntamiento, “por lo que la eficacia del presente convenio diferirá hasta la fecha en que, tras los trámites oportunos, se autoricen esas paradas”. También sería necesario un informe de conformidad de la empresa concesionaria del servicio, Alsa. En Marchamalo, en cambio, aseguran que este informe es precepivo es preceptivo pero no vinculante.
Román: "Al día siguiente lo querrán los demás"
A falta de un acuerdo entre las tres partes (Junta, Marchamalo y Guadalajara), la Consejería de Fomento podría seguir adelante con la imposición al Ayuntamiento de Guadalajara las nuevas paradas, aunque eso abriría la vía contencioso-administrativo, porque el Ayuntamiento lo recurriría, y podría reeditarse otra vez una nueva “guerra de las paradas” , que enfrentó al Ayuntamiento capitalino en la época de Barreda por el estacionamiento de los autobuses no urbanos en las inmediaciones del Hospital. Antonio Román pidió ayer que no haya “imposiciones” por parte de la Junta, porque al día siguiente querrán esas mismas paradas municipios como Cabanillas del Campo, Azuqueca de Henares o Alovera.
Esteban: “Estamos esperando la oferta”
Si ayer, el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, reiteraba su oferta para que Marchamalo se integre en los autobuses urbanos de Guadalajara, hoy ha respondido el alcalde de Marchamalo, el socialista Rafael Esteban, diciendo que llevan dos meses esperando unas oferta que nunca llega, y que si el Ayuntamiento iguala la oferta de la Junta “la firmamos ya”. “No es que no tengamos una oferta completa, es que desde Guadalajara ni siquiera nos han enviado los informes jurídicos, técnicos y administrativos que digan que es siquiera posible”. Esteban califica la estrategia de Román de “cantos de sirena para dar titulares vacíos de contenido a los medios de comunicación y engañar a la gente”.
La oferta de la Junta al Ayuntamiento de Marchamalo a la que se refiere Esteban establece que ambas partes se comprometen a financiar las pérdidas que genere el servicio a partes iguales, con una previsión en cifras actuales de unos 130.000 euros al año. Esto supone que el Ayuntamiento de Marchamalo abonará un máximo de 65.000 euros al año por este concepto, además de unos 75.000 euros que supone la subvención de los billetes a los empadronados. En total, el servicio costaría un máximo de 140.000 euros, pero con un recorrido máximo que no puede exceder de 164.474 km. En el último año que Marchamalo estuvo integrado en el servicio de Guadalajara abonó 360.000 euros.
El alcalde de Marchamalo ha dicho esta mañana que necesitan una oferta “rigurosa, completa y con todos los informes técnicos y jurídicos pertinentes”, pero que llevan dos meses esperando en vano a que las buenas intenciones de Román se plasmen “con seriedad en un papel”.
Carnicero: “Están haciendo el paripé; ya lo han decidido”
La respuesta ha llegado esta misma tarde a través del vicealcalde de Guadalajara, Jaime Carnicero, quien acusa a Esteban de hacer el “paripé” con este asunto, porque tanto él como la Junta de Comunidades ya tienen una decisión tomada: “No sé a qué están jugando, pero nosotros seguimos tendiéndole la mano para que se incorporen al servicio de Guadalajara. Lo que no vamos a aceptar son condicionantes e imposiciones de tingún tipo y mucho menos si perjudican a Guadalajara. Y tampoco vamos a aceptar que nos pongan deberes y encima plazos”, en relación a la carta que el alcalde de Marchamalo dirigió a su homónimo de Guadalajara el 17 de junio y en la que le emplazaba a que la oferta definitiva para que el antiguo barrio de Guadalajara volviera al sistema público de Guadalajara se entregara en “el plazo máximo de una semana”.
La última misiva del alcalde de Marchamalo al de Guadalajara tiene fecha de 14 de julio, y en ella se reitera que todos los datos para elaborar la oferta del Ayuntamiento de Guadalajara están en su poder desde el 17 de junio de 2016.
No lo ve así Jaime Carnicero, quien señala que los datos proporcionados por el Ayuntamiento de Marchamalo son “estimaciones, cuando lo que necesitamos para realizar los correspondientes estudios e informes son datos ciertos”. “El transporte de Marchamalo está mal desde 2013 porque Rafael Esteban tomó una decisión equivocada. Lo que no es lógico es que quiera una solución ya”, añade el vicealcalde.
Un desencuentro que data de 2012
En el año 2012, los ayuntamientos de Guadalajara y Marchamalo partieron las peras. Guadalajara cambió de concesionario y no hubo acuerdo para que Marchamalo se incorporase al Área Supramunicipal de Transportes de Guadalajara. Tampoco para que el nuevo servicio incluyera una nueva línea con Marchamalo, con 14 paradas, muchas de ellas en el término municipal de Guadalajarea.
Según una carta del entonces concejal de Transportes de Guadalajara, Juan Antonio de las Heras, que hoy ha hecho pública el Ayuntamiento de Marchamalo, esa nueva línea habría recorrido 230.686 kilómetros (la pactada ahora con la Junta sería de 164.474 km), con 12.444 horas de servicio, y hubiera tenido 34 expediciones diarias frente a la nueva línea que tendría 27 expediciones de ida y vuelta en días laborables, 16 los sábados, dos búhos nocturos para la noche del domingo y 9 expediciones de ida y vuelta también el domingo. El coste estimado del servicio que rechazó Marchamalo fue de 720.000 euros al año, según contestó De las Heras a Rafael Esteban el 19 de marzo de 2012, aunque el alcalde citó ayer la cifra de unos 360.000 euros anuales.
El nuevo servicio que Marchamalo y la Junta han pactado tendría un deficit estimado de unos 130.000 euros al año, de los que la Junta pagaría la mitad, según establece el convenio pendiente de firma.
Recorrido de la nueva línea acordada entre Junta y Marchamalo.El gran atractivo de este nuevo servicio es que además de recuperar los autobuses de plataforma baja, que tanto demandan los usuarios más mayores, pasaría por las estaciones de ferrocarril y de autobuses, donde solo podrá dejar viajeros, subiría por la calle cardenal Mendoza y Fernbández Iparaguirre , con una parada en San Ginés para dejar viajeros y recoger otros nuevos, siempre con destino a Marchamalo. El autobús luego seguiría hasta el Hoispital Universitario y continuaría el viaje hasta otra parada que el Ayuntamiento de Guadalajara no acepta, ya que considera competencia con la red urbana. Nos referimos a la del Ferial Plaza, donde podrían bajarse los viajeros procedentes de Marchamalo (no los recogidos en Santo Domingo y el Hospital) y se tomarían viajeros con destino a Marchamalo. Posteriormente volvería a Renfe, pero solo a recoger viajeros (no podría bajarse nadie) y seguiría hasta el término de Marchamalo, tomando o dejando viajeros sin restricción alguna.
El alcalde de Guadalajara manifestó ayer que "es mejor que los vecinos de Marchamalo puedan parar en todas las paradas del autobús y tener similar derechos a los guadalajareños en cuanto a trasbordos, precios, etc”. Pero que la solución buscada al alimón entre Marchamalo y la Junta entra en el ámbito competencial del Ayuntamiento de Guadalajara y perjudica a este municipio.