El embarcadero de Sacedón se ha trasladado varias veces y ahora está ya en la Boca del Infierno. La sequía sigue inclemente con los pantanos de Guadalajara, que están al 15,7% de su capacidad, y especialmente a la cabecera del Tajo (Entrepeñas y Buendía), donde la servidumbre del trasvase Tajo-Segura agrava la situación. GALERÍA DE IMÁGENES EN EL INTERIOR. 

 Así, esta semana están por debajo del 13% de su máximo a solo 17 Hm3 del mínimo no trasvasable para 2015, fijado en 304 hectómetros para 2015, y que a partir del 1 de enero subirá a 336 con lo que si sigue sin llover no podría haber más trasvases. 

La presa se ha convertido en un inmenso paredón frente al cual han emergido edificaciones de cuando se construyó el pantano. Aunque es probable que antes de finalizar diciembre el Ministerio de Agricultura apruebe otro trasvase similar al de noviembre (entonces fueron 6 Hm3), como la sequía persista y siga sin llover en condiciones se podría producir una situación inédita desde la entrada en vigor, hace un año, del nuevo Plan Hidrológico que elevó  la cantidad mínima trasvasable de 240 a 400 Hm4, aunque  luego se estableció  una moratoria de cinco años por la que se va subiendo paulatinamente ese nivel hasta que se alcancen los 400 Hm3.  Pues bien, a partir del 1 de enero de 2016 se pasará de 304 a 336 Hm3, con lo cual no se podrían aprobar más trasvases mientras no mejore la situación de ambos pantanos.

Inmediaciones de la presa de Entrepeñas, la zona con más agua.La situación es alarmante. A principios de semana, el nivel de la cabecera está ya por debajo de la cota del 13 %, porque con solo 321 Hm3 (1 Hm3= 1 millón de metros cúbicos) el nivel exacto es del 12,9%,  después de haber  perdido 4 Hm3 en la última semana (3 en Entrepeñas y 1 en Buendía). La sequía es tan aguda que con solo darse una vuelta por lo que algún día fue el fondo del pantano te encuentras con numerosos testigos de lo que eran esos parajes antes de ser anegados por las aguas del Tajo.Vista desde Sacedón del lugar en que una vez hubo un pantano.

Un recorrido por las entrañas de Entrepeñas

 Este fin de semana hemos recorrido las entrañas de Entrepeñas y hemos encontrado viejos puentes sobre el río Tajo, edificaciones de obra de cuando se construyó la presa, chozos de piedra de pastores con la piedra desgastada por el agua, restos de antiguas huertas, casas de peones camineros con losas que informan de la distancia a Guadalajara, troncos de árboles podridos... Hasta la zona del viaducto de Durón, que vuelve a dejar al descubierto el antiguo puente sonbre el Tajo, el pantano ha desaparecido por completo y solo queda el antiguo cauce del río. Desde allí hasta la presa es cuando empieza a notarse que estamos en un embalse, aunque las paredes de los antiguos barrancos están descarnadas y han adquirido un color blanquecino por el agua que hace tiempo se retiró.Placa con la inscripción "A Guadalajara 5..." que había en una vieja casa de peones camineros en la antigua carretera Guadalajara-Sacedón-Cuenca.

El embarcadero se ha trasladado a la Boca del Infierno

La presa de Entrepeñas es hoy un inmenso paredón que impone cuando te asomas desde la carretera que la cruza. Y desde el que fue conocido en los buenos tiempos como Paseo Martímo de Sacedón solo se divisa una inmensa llanura en la que no se aprecia una gota de agua. Para encontrarla hay que hacer más de un kilómetro hasta llegar a las inmediaciones de la Boca del Infierno (o callejón del Diablo), que va a dar justamente a la zona de la presa, y hasta donde ha tenido que trasladarse el embarcadero. Este, ahora, da servicio a una veintena de embarcaciones que han ido perdiendo poco a poco su zona de amarre y han tenido que ir a buscarla cada vez más lejos. Es la misma situación en la que se encuentran el resto de embarcaderos del pantano , que no han hecho más que adelantar sus anclajes ante un nivel del agua que se aleja a una velocidad de vértigo.

Chozo de pastores que ha emergido de las entrañas de Entrepeñas. ¿Hemos tocado ya fondo, y nunca mejor dicho? Las previsiones no son buenas y la realidad es tozuda. Entrepeñas (Tajo) tiene solo 106 Hm3 de 835 posibles, es decir, el 12,6%. Y su vecino de Buendía (Guadiela), de mayor capacidad,  el panorama es similar: 215 Hm3 de 1.639 posibles, es decir, el 12,9%. Entre ambos (la cantidad que cuenta a efectos del trasvase Tajo-Segura ) embalsan solo 321 Hm3 de 2.474 posibles, el 12,9%.

Este es el triste panorama al que llega la cabecera del Tajo en un año en el que el porcentaje de agua embalsada ha sido menor que en la cuenca del Segura. ¡Paradojas del trasvase! Una prueba evidente de que las cosas no pueden seguir así, porque no olvidemos que las servidumbres del Tajo no acaban ahí, pues todavía no se ha puesto en marcha la conexión a través de la llamada tubería manchega y que prevé llevar otros 60 Hm3  de agua hacia las tierras de Ciudad Real, que pertenece a la cuenca del Guadiana.

Este es el aspecto de Entrepeñas desde el mirador de Alocén

Beleña, en prealerta

Si la situación en la cacebera del Tajo es dramática, por lo menos preocupante es la que afecta al resto de los pantanos de la provincia. Entre todos ellos (hay diez principales y seis pequeños)  llegamos a los 461 Hm3, apenas el 15,7% de su capacidad. La gravedad de la situación queda en evidencia porque solo hace un año estaban al 26,6 %, aunque la escasez de lluvia en los últimos diez años es patente ya que la media no pasó del 25,4%.Vista actual del pantano del Vado./ S. Barra   

En cuanto a los embalses de mayor capacidad, hay que mirar primero al de Beleña (Sorbe), porque suministra a medio Corredor del Henares y está en prealerta, ya que apenas almacena 14 Hm3, el 26,4%. Desde la MAS, que tienen en marcha una campaña de ahorro de agua, advierten no obstante que el suministro está garantizado, aunque no estaría de más que se acelerase la conexión con Alcorlo, por lo que pudiera ocurrir. El pantano de Alcorlo (Bornova) tiene 55 Hm3, el 30,5%, todo un lujo para los tiempos en que vivimos.

Todavía más bajo está el pantano de El Vado (Jarama), con 8 Hm3 y el 13,7%, que suministra agua al Canal de Isabel  II de Madrid. Y el de la Tajera ( Tajuña), otro que tal baila: solo acopia 8 Hm3, el 12,5%.

Este es el panorama  cuando avanzamos a velocidad de vértigo hacia final de año y el otoño se ha confundido con el verano.

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