La autopista de peaje entre Madrid y Guadalajara, la R-2, se ha declarado en concurso voluntario de acreedores, según publica hoy el Boletín Oficial del Estado (BOE). Su deuda supera los 400 millones. Henarsa, la sociedad concesionaria de la R-2 y participada por Abertis, ACS, Acciona y Bankia, negoció el pasado enero con las entidades financieras aplazar uno de los pagos del principal de la deuda, que en su conjunto supera los 400 millones de euros. La R-2 fue la primera radial de España que abordó la iniciativa privada y a su inauguración asistió el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar. El tráfico en la R-2 cayó un 45,5% desde el 2011 a julio de 2013, según datos del Ministerio de Fomento, siendo más acusado el desplome sufrido este año.
La R2 discurre entre la madrileña M40 y Guadalajara a lo largo de 62 kilómetros y consta de dos tramos. Henarsa se constituyó en 2000 y en 2001 se hizo con la concesión para la construcción, conservación y explotación de la R-2 en la que se han invertido más de 500 millones de euros, publica hoy Expansión. La empresa también gestiona la circunvalación de la M-50 (subtramo entre la A1 y la A2).
Los problemas en la R-2 empezaron con la crisis económica que trajo consigo un importante descenso en su circulación. También ha influido lo suyo que tras la construcción del tercer carril, la circulación entre nuestra ciudad y Madrid es mucho más fluida y han disminuido los atascos para entrar a Madrid, que se reducen a días y horas muy puntuales.
Según datos del Ministerio de Fomento, recogidos por el portal Porcentual.es, el tráfico en la R-2 ha caído un 45,5% desde el 2011 a julio de 2013, pasándose de una media de 9.014 vehículos al día en 2011 a solo 4.917 a 31 de julio de 2013. La pérdida de usuarios de la R-2 ha ido a más teniendo en cuenta que del año 2011 al 2012 perdió un 26,5%, pasando de 6.564 vehículos al día a 4.826 respectivamente. Esto ha llevado consigo una caída progresiva de los beneficios y según los últimos datos presentados en el Registro Mercantil por Henarsa, en 2012 ingresó 15 millones mientras que un año antes facturó 19,1 millones. La empresa, que emplea a 140 personas, perdió 16 millones el pasado ejercicio, frente a un beneficio de 0,7 millones obtenido en 2011.
El resto de las radiales de Madrid están en la misma situación, o peor, y también han tenido que recurrir al concurso de acreedores para intentar salvar la situación. La R-2 ha sido la última al ser la que presentaba mejores resultados.
Primera autopista radial de España
La autopista R-2 fue inaugurada el 6 de octubre de 2002, y al acto oficial del corte de la cinta asistió el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, su ministro de Obras Públicas, Francisco Álvarez Cascos, el presidente de la comunidad autónoma de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón y el vicepresidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda.
La relevancia del acto fue muy importante, porque era la primera radial en el área metropolitrana de Madrid que se construía y se hacía con financiación privada. Aznar destacó que este “es un método que no sólo aporta fondos, sino que imprime una gestión más eficaz”. Y así se hicieron el resto de las radiales.
El Ejecutivo de Aznar calculaba que el aporte privado financiaría un 20 por ciento de los 100.000 millones de euros que cuesta el plan de infraestructuras 2000-2007, un ambicioso proyecto de modernización que finalmente se quedó a medias. El sistema parecía perfecto: las empresas privadas liberaban el dinero que el Estado no tenía que adelantar y a cambio se quedaban con la explotación de la obra durante un determinado número de años. Al final del contrato, la infraestructura revertiría en el Estado. Sin embargo, no se contaba con una cosa: la crisis económica que llegó a partir de 2008 y que tiró por tierra todos los planes de negocios.
En ese año de 2003, la oposición socialista criticó los peajes y llegó a decir que si llegaba a gobernar, negociaría con los constructores el rescate de las carreteras de peaje y las haría gratuitas. Nada de esto sucedió cuando Zapatero fue elegido presidente.
Por su parte, desde Ecologistas en Acción también se opusieron a la construcción, y manifestaban entonces que "no se han calculado en su diseño las necesidades de tránsito que tiene la región de Madrid, que, a su juicio, no necesita más vías de alta capacidad". Los ecologistas pensaban que cuanto más carreteras, más coches y apostaban por el transporte público como única alternativa.
Si bien las expectativas de la R-2 no se han cumplido en cuanto a negocio, sí hay que reconocer que ha contribuido decisivamente al desarrollo de nuevas áreas industriales no solo en todo el Corredor del Henares, sino que se ha llegado hasta Fontanar, Humanes y Yunquera. Por no hablar de la Ciudad de Transportes en Guadalajara, que empieza a reactivarse esperando tiempos mejores.
Fotos: Archivo GD
