El concierto, que reunió a unas 7.500 personas, contó con la presencia de muchas familias con niños pequeños.
Morat canta al amor y al desamor y en la noche del viernes cantó para miles de fans en Guadalajara. El público ocupó casi las 3/4 partes del césped de las pistas de la Fuente de la Niña, unas 7.500 entradas vendidas, público muy joven formado por algún treintañero, por adolescentes y, sobre todo, por cientos de familias que acudieron al concierto (autorización en mano) acompañados de niños muy pequeños, algunos, incluso de cuatro y cinco años.
Antes hubo que esperar religiosamente las largas colas para entrar. En Guadalajara seguimos dejando el acceso a los conciertos para última hora y eso hace que se formen grandes atascos minutos antes de que comiencen los actos.
A pesar de ello, el público no se perdió el concierto de la banda colombiana. En su gira les acompaña Nabález, un joven compositor y cantante que actúa como telonero y que fue quien rompió el hielo antes de que Morat, al filo de las 11:25 de la noche subieran el escenario de la Fuente de la Niña.
Desde ese momento las pistas fueron una fiesta. El público se entregó desde los primeros acordes y fue cantando una a una las letras de los 18 temas que tocaron: “En un solo día” y “Aprender a quererte” sirvieron para romper el hielo, hasta que llegó “Cuando nadie ve” momento en el que el público ya estaba totalmente entregado.
Y así siguió durante hora y media. A pesar de la discreta puesta en escena, Morat deslumbró a un público entregado y su concierto se convirtió en una fiesta en la que los miles de fans no pararon de saltar, bailar y cantar todos los temas.
“Besos en guerra” y “No te debo nada” fueron los más coreados hasta que llegó, en los bises, “Como te atreves”. Con ella Morat se despidió y dejó un gran sabor de boca a los miles de guadalajareños de todas las edades que se unieron para disfrutar de su concierto.