El 2 de mayo a las doce de la noche acabò el plazo para que algunos de los lideres políticos pudieran decirle al rey Felipe VI que tenían los apoyos suficientes para poder ser investidos. Por lo tanto, el próximo 26 de Junio los españoles estamos de nuevo convocados a pasar por las urnas para elegir nuevo gobierno y esperamos que esta vez funcionen los votos ò los pactos para poder constituirlo.
Esta legislatura que ha concluído ha sido la mas breve de toda la democracia, ya que solo ha durado desde el 13 de enero al 3 de mayo de 2016 , es decir 111 dias. La anterior legislatura mas breve fue la Constituyente, desde el 13 de julio de 1977 al 29 de diciembre de 1978, pero los motivos de su brevedad se debieròn a que en ese tiempo redactaron la Constituciòn Española y los ciudadanos la refrendaron el 6 de diciembre de 1978, con el 87,78% de los votantes. Eran tiempos de consensos y acuerdos entre todos los grupos políticos, derecha, izquierda, centro y nacionalistas. Ahora lo son de discordia y rencor, y en algunos casos, por desgracia, de odios.n En aquel tiempo muchos luchamos por la convivencia, ahora pasados casi cuarenta años, vemos con temor como algunos quieren volver a la ruptura y al desencuentro.
Acabó la XI legislatura de la democracia con mas pena que gloria y en este tiempo hemos podido ver, el “postureo" , como dicen algunos, el "teatro", como señalan otros y que han representado algunas formaciones políticas, con escenas muy mediaticas, importantes según ellos para sus intereses personales y partidistas, pero ineficaces para el interés general de los españoles.
Así hemos visto como dos formaciones políticas que sumaban 130 diputados, que solo representaban el 37% del Congreso de los Diputados firmaban un pacto de investidura, obviando que un solo partido político, el Partido Popular, con 123 diputados, tenía casi los mismos diputados que la coalición que presentaban los líderes de ambas formaciones que se ofrecían para gobernar la nación.
Han sido meses perdidos entre números y cábalas, entre declaraciones altisonantes y virajes de los programas políticos con un lema, no por repetido, entendible, ya que ni ellos mismos lo explicaban, el cambio y el regeneracionismo, cuando en realidad se trataba de “quítate tu para ponerme yo”.
Se está diciendo que es malo que haya nuevas elecciones, yo diría y es importante, que lo único malo es el dinero que nos pueden costar, pero también es bueno que el ciudadano español sepa a qué vota y para qué, pues en estos meses los partidos políticos se han retratado de forma nítida y transparente.
Así, vemos como el Partido Popular, que es cierto había perdido una gran parte de los votos que obtuvo en el 2011 y que durante este tiempo de negociaciones se ha visto asediado y perjudicado por casos de corrupción que afectaban a algunos de sus miembros, ha mantenido inalterable desde el primer día su propuesta de gran coalición constitucionalista, con PSOE y Ciudadanos, como ocurre en la mayoría de los países europeos, encontrandose con la negativa de Pedro Sanchez a sentarse ni siquiera a hablar.
El PSOE, a través de su secretario general, solo tenía un único e innegociable propósito: formar un gobierno en el que Pedro Sanchez seria el presidente, a pesar de haber sido el gran derrotado en las urnas, ya que había sacado los peores resultados de los socialistas en la democracia y había quedado cuarto en la circunscripción de Madrid en donde había encabezado la candidatura; pero hasta el último momento buscó lo que algunos llamaban un gobierno a la valenciana, aceptando 27 de las 30 propuestas que le hacía Compromis, pacto que al final y para el bien de España no prosperó..
De todas formas, los dos partidos que más se han retratado en estos meses han sido los llamados emergentes, posiblemente porque eran los menos conocidos. Podemos ha demostrado ser un partido rupturista con la Constituciòn y dispuesto a desmembrar España, con una presunta financiación exterior que podría poner en peligro los intereses de nuestra nación y con un Pablo Iglesias que según se pudò comprobar en sus declaraciones y en sus propuestas, no solo busca el control de los medios de comunicación, sino en parte acabar con la libertad de opinión, aspecto este innegociable en el sistema democrático del que nos hemos dotado.
En cuanto a Rivera y Ciudadanos, demostraron falta de coherencia y de madurez, acabando por convertirse en un apéndice de los socialistas cuando firmaron un pacto sin futuro derrotado estrepitosamente en las Cortes, contradiciendo muchas de sus propuestas electorales, como que podrían pactar después de las elecciones sino las ganaban con el partido màs votado. No fue así, y que el presidente del gobierno no fuera el mismo que el del Congreso, tampoco. Aceptaron dentro del pacto algunas cuestiones que ellos no habían defendido nunca como el aborto libre, la eutanasia, la reforma de acuerdos con la Santa Sede que podían afectar a la libertad de enseñanza, y lo grave, para provincias como Guadalajara, la desaparición de las diputaciones provinciales, y también lo que hasta ahora no habíamos visto en los 39 años de democracia, el veto a candidatos, en este caso del Partido Popular.
En fin, el 26 de junio habrá nuevas elecciones, los ciudadanos ya conocen más a los partidos políticos y lo que puede pasar con sus votos. Las propuestas deben ser claras desde el primer momento, que digan qué va a pasar en el caso de que nadie obtenga mayoría absoluta, como es previsible, con quién van a pactar y que los debates sean sobre programas e ideas , sin insultos y descalificaciones al adversario, como sucedió en la campaña del pasado 20 de diciembre. Y sobre todo que los partidos políticos y sus líderes olviden fobias y rencores y piensen màs en el bien de los españoles y en resolver los graves problemas que nos afectan, que en su propio beneficio .
JOSÉ MARÍA BRIS GALLEGO
