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El Plan de la cuenca del Tajo: un fraude

En un artículo anterior, hace pocas semanas, decía que el PP ha entregado las llaves del trasvase Tajo-Segura a los regantes murcianos. En ese texto comentaba que la solución a los problemas del Tajo y a su cabecera, pasaba por un nuevo Plan de cuenca del Tajo en el que se elevase el nivel mínimo de 240 hm3 a 400 hm3 en la cabecera y se revisase en profundidad las reglas de explotación del trasvase. El cambio de las normas de gestión del trasvase figuraba expresamente en el borrador de Plan de Cuenca del Tajo elaborado por los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) en septiembre de 2011, con el siguiente argumento: “Las reglas de explotación con que se maneja actualmente el trasvase Tajo-Segura estaban muy  pensadas y muy bien adecuadas al régimen de aportaciones que había hasta la década de 1980 (1.457 hm3/año) , pero no están en absoluto adecuadas al régimen de aportaciones de 1980 hasta nuestros días (773 hm3/año). Hay que buscar unas reglas que sirvan para la situación de los últimos 30 años...”. Es decir, desde 1980 hasta nuestros días las aportaciones hídricas al Tajo han disminuido un 47%, y ese descenso combinado con el trasvase es el gran problema para garantizar las demandas de la cuenca y los caudales ecológicos del río.

En estas circunstancias, el pasado día 20 de marzo el Gobierno publicó la propuesta de un nuevo proyecto de Plan Hidrológico de cuenca del Tajo, que cambia la filosofía del borrador de 2011: si bien se mantiene el establecimiento de una reserva mínima 400 hm3 en la cabecera, aunque con trampa como luego veremos, alguien ha quitado todo lo relativo a la necesidad de cambiar las reglas de explotación del trasvase.

Este nuevo borrador de Plan es la historia de un fracaso anunciado y, por supuesto, la prueba del nueve de que con Cospedal, Castilla-La Mancha y Guadalajara, se encuentran en la más absoluta indefensión, porque a esta señora no le importa un pimiento nuestra región y, por eso, ha pactado convertir al Tajo definitivamente en un afluente del Segura. Cospedal ha sacrificado al Tajo en beneficio de sus intereses personales como secretaria general del PP y en beneficio de los intereses del PP, que exigían un acuerdo entre Castilla-La mancha y Murcia al precio que fuera.

Este borrador de Plan es un fracaso en toda regla, porque el trasvase no se toca, lo que supondrá que los pantanos de Entrepeñas y Buendía estarán siempre a un nivel mínimo.  Es decir, nunca se van a recuperar y seguirán siendo una charca.

En cuanto a la elevación de la raya por debajo de la cual no se puede trasvasar a 400 hm3, es un fraude  y un papel mojado por varias razones: 1) porque su implantación no es automática, ya que se hará en cinco años (32 hm3/año); 2)  porque al ser revisable el Plan, podría bajarse en cualquier momento; 3) y más importante porque mientras en el actual Plan se dice rotundamente que no se pueden efectuar trasvases por debajo de 240 hm3, “ni aún en las condiciones hidrológicas excepcionales previstas en el punto siguiente…”entre ellas “riego de socorro en la cuenca del Segura” ( art. 23. 2 y 3), en el nuevo borrador del nuevo Plan ha desaparecido la prohibición de trasvasar en situaciones excepcionales. Es decir, mientras ahora se garantiza que no se trasvasará por debajo de 240 hm3, con el nuevo borrador no se garantiza que no se trasvasará por debajo de 400 hm3. Esto es un verdadero RETROCESO.

También se produce un retroceso respecto al borrador elaborado en septiembre de 2011: ese borrador estaba elaborado por los técnicos, mientras que el nuevo es un Plan elaborado por políticos y, lo que es más grave, los regantes murcianos han metido la cuchara en su negociación. Es como el mundo al revés: en el Plan de cuenca del Tajo, el Segura decide primero sus necesidades (incluida la vigencia del trasvase, sin cambios) y con el resto que se las apañe el Tajo. ¡Todo un despropósito! Esta es la razón, por la que se reduce la reserva de agua para Castilla-La Mancha y Madrid de 160 hm3 a 80 hm3, por la que no se cambian las reglas de explotación del trasvase para adaptarla al régimen de aportaciones de 1980 a nuestros días, por la que desaparece un nivel mínimo de los pantanos para el desarrollo de los municipios ribereños (que garantizaba en Entrepeñas una lámina de agua superior al 40% de superficie) y por la que se reducen en este borrador respecto del 2011 los caudales ecológicos del río (en Aranjuez de 10 m3/s a 6 m3/s y en Talavera de la Reina de 16 m3/s a 10 m3/s).

La solución a la cabecera y al río Tajo, no nos cansaremos de repetirlo, pasa por  ir a la raíz del problema, que no es otro que una revisión en profundidad de las reglas de explotación del trasvase, como proponen los técnicos. El borrador de Plan de 2011 solucionaba el problema de la cabecera del Tajo, porque casaba dos cosas fundamentales: primero, fijaba un nivel mínimo de la cabecera en 400 hm3, incluso en condiciones hidrológicas excepcionales, y segundo, limitaba el trasvase a unos volúmenes máximos en torno a los 200 hm3 anuales cuando la cabecera tuviese menos de 1.500 hm3, frente a los 650 hm3 anuales que pueden trasvasarse en la actualidad y que sigue manteniendo el Plan presentado por el PP. Esa es la cuestión, nivel mínimo de 400 hm3, pero con un límite de trasvases en unos 200 hm3/año. Lo contrario subir a 400 hm3 inseguros y no limitar el trasvase, como propone el PP, es un fracaso.

El PP nos ha querido vender gato por liebre. Ahora ya queda claro, y está por escrito, que el PP y Cospedal se han plegado a los intereses trasvasistas y a las exigencias de los lobbys del agua en el Levante, despreciando los intereses de los ciudadanos de Castilla-La Mancha. De hecho, hemos conocido la existencia de un memorándum firmado por los gobiernos de Rajoy, de Valencia y de Murcia en el que se reservan todas las decisiones sobre el trasvase Tajo-Segura, creando un grupo de trabajo al que ellos invitarán a participar al Gobierno de Castilla-La Mancha.

A la vista de todo esto, se puede decir que el nuevo borrador de Plan de la cuenca del Tajo es una declaración de guerra de Rajoy a Guadalajara, pero –y esto es lo grave- teniendo al Gobierno de Cospedal como su principal aliado. Ahora comienza el trámite de alegaciones y ahí, tendrán enfrente al PSOE de Guadalajara y a los municipios ribereños, para defender los intereses de los ciudadanos y del Tajo. (Continuará…)

JESÚS ALIQUE LÓPEZ

Senador del PSOE por Guadalajara

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