Tras un par de meses de descanso, regresamos a nuestro viaje semanal a través de Guadalajara y lo hacemos al socaire de un libro. Viajar literariamente triplica el placer de un viaje. Primero se disfruta leyendo, después caminando y en tercer lugar recordando lo vivido para después contarlo. La ruta que propongo hoy tiene un alto contenido literario. Seguiremos los pasos de un pueblo imaginario que existió hasta el final de la Edad Media. Abandonado, se convirtió en escombro y quinientos años después volvió a revivir gracias al escritor AndrésBerlanga. El pueblo se llama Monchel y la novela de la que es protagonista principal: “La gaznápira”, entre otras muchas cosas, una joya en la recuperación del léxico rural.