Gran asistencia al de Mocedades en Almadrones y al de la Banda de Música de Brihuega en Villaviciosa.
Los conciertos en los campos de lavanda y espliego de Guadalajara están de moda. Especialmente en la comarca de Brihuega, el jardín de la Alcarria, donde los fines de semana de julio centenares de personas llegadas desde Madrid, Guadalajara y otros puntos de España se acercan para conocer su peculiarr floración, que tiñe de malva el horizonte alcarreño. Las actividades turística en torno a la lavanda, como desde hace tiempo se viene haciendo en la Provenza italiana o en Francia, se han incorporado al calendario festivo de estos pueblos, o como dice Jesús Orea en su blog: "Conquistando tradiciones en julio". Todo esto es bueno para la comarca, y especialmente para el comercio y la restauración que han encontrado en julio su agosto. Que este año se va a prolongar, ya que las lluvias han retrasado la floración de la planta de espliego.
Este fin de semana hubo dos conciertos, el mismo día y hora, en campos de espliego y lavanda. Cerca del pueblo de Villaviciosa, la Banda de Música de Brihuega y en Almadrones Mocedades. Los dos con carácter benéfico. El primero para la Asociación Contra el Cáncer y el segundo para la fundación Nipace. Y en ambos casos la acogida fue notable.
El de la Banda de Música de Brihuega se incluyó en el programa de su 150 aniversario que con gran brillantez está llevando a cabo la agrupación musical briocense. Se nota que están ensayando y trabajando duro bajo la dirección de Raquel Sánhez-Pardo, y esto se traduce en la ampliación de su repertorio, cada vez más exigente.En los campos de Villaviciosa optaron por un concierto de corte moderno y popular, después de una introducción de la "Sinfonía clásica" de Ted Huggens. A la que siguió muy logradas versiones de Imagine (John Lennon), Aleluya (Leonard Cohen), Memory (Lloid Webber-TS Eliot), Yesterday (Beatles), Juego de Tronos (Ramin Djawadi) y Star Words (Jonh Williams). El público combinó el intenso aroma de la planta de espliego con la fuerza instrumental de la Banda de Brihuega y les hizo interpretar un bis bellísimo, el de la banda sonora de La Vida es Bella. Más de una hora de concierto, que respetaron los negros nubarrones que venían...desde Almadrones.
En Almadrones, también se habían congregado varios centenares de personas en respuesta a la llamada de la Fundación Nipace, que desde 2004 comenzó a funcionar en Guadalajara, bajo el impulso de Ramón Rebollo, para atender ajóvenes con parálisis cerebral y trastornos neuromotores desde el año 2004. Hoy en día ha extendido su atención por toda España, y es repetidamente premiada por su trabajo. El concierto de Nipace en Almadrones tenía el atractivo de recibir a un grupo bilbaíno que no se pasa de moda, Mocedades, aunque por ley de vida cambien a alguno de sus componentes.Comenzó con un tiempo desapacible, con rachas de viento, y se tuvo que terminar cuando se llevaba una hora de concierto por la lluvia que cayó. Pero el objetivo principal se había cumplido.
La Diputación de Guadalajara aportó toda la infraestructura necesaria como el escenario o las sillas, así como todo lo imprescindible para la adecuación de los caminos de acceso y la zona habilitada para aparcamiento. En el de Brihuega las sillas también eran de Diputación, y fueron insuficientes para el público que se congregó.
Numeroso cargos públicos en el concierto de Nipace.La consejera de Bienestar Social Aurelia Sánchez, el presidente de la Diputación José Manuel Latre, la vicepresidenta Ana Guarinos, el director general de Personas Mayores y Discapacidad, Javier Pérez, el delegado de la Junta en Guadalajara, Alberto Rojo, las parlamentarias nacionales Ana González y Silvia Valmaña, y varios diputados regionales y provinciales. Todos ellos felicitaron a Nipace por su trabajo y prometieron seguir colaborando desde sus respectivas administraciones.