Tendrán una persona de contacto en la Guardia Civil y otra en la Policía que actuarán como interlocutores en Guadalajara.
Con el objetivo de reducir las agresiones a médicos y enfermeros en el desempeño de su trabajo, un problema que se ha visto incrementado en los últimos años, se ha puesto en marcha un Protocolo de Actuación Policial a nivel nacional para dar respuesta a la precupación de los profesionales y aumentar su seguridad.
En el caso de Guadalajara dos agentes de las fuerzas de seguridad del Estado, uno de la policía nacional, para la capital, y otro de la Guardia Civil, para la provincia, serán los encargados de mantener un contacto fluido y más directo con los cuerpos policiales en caso de agresión al personal sanitario.
Dicho protocolo prevé aumnentar los dispositivos de seguridad en el entorno de los centros, además se va a realizar un seguimiento de las agresiones y se estudiará cuales son los centros más conflictivos, en ellos, si es necesario se instalarán dobles puertas y botones anti-pánico en el interior de las consultas.
Según los datos del Observatorio Nacional de Agresiones, en 2016 se registraron 495 agresiones a facultrativos, frente a los 361 del año anterior. En el caso de Guadalajara, el Colegio de Médicos de Guadalajara ha tenido conocimiento de varios casos de agresiones, pero no se dan datos concretos.