El toro que estaba huído por el Tajuña se ha recuperado y ya está en los corrales de San Felipe para la "bajada" del mediodía de hoy. Hasta las 4,30 horas no pudo ser recuperado. "La subida" se hizo ayer en Brihuega de madrugada con un solo toro. El tercero murió y un cuarto fue trasladado a la plaza de toros en un camión. Varios sustos a caballistas, uno con lesiones en la pierna. Galería de fotos y vídeo en el interior.
Los cuatro toros de la ganadería de Pío Tabernero de Vilvis hicieron el recorrido urbano sin sobresaltos en un encierro con menos corredores que el año anterior. El momento de mayor peligro se vivió frente a la piscina, cuando un caballo resbaló en el pavimento y se cayó con su jinete frente a la manada. Afortunadamente no hicieron por él.
Sobre las 18.30 los cuatro toros seleccionados este año salieron desde la Plaza de Toros de La Muralla, hasta llegar a la Plaza del Coso. Enfilaron luego la Calle Mayor, hasta la estrecha Calle de Las Armas, desembocando en la amplia Avenida de la Constitución, para llegar a la larga y empinada calle Jesús Villa Rojo. Terminando el recorrido vallado a partir de ahí sigue la carretera asfaltada, y fue en el pavimento del aparcamiento de la piscina municipal, donde se produjo uno de los momentos más peligrosos de la jornada. Es un terreno poco propicio para los caballos, que cada año son menos en Brihuega. Y pasó que un caballo perdió la pata, y con su jinete fueron a caer justamente delante de la manada. Afortundamente ningún toro se paró. Ni hicieron por él. Ni se dio la vuelta. Se necesitaron luego varios minutos para levantar la cabalgadura.
Hasta entonces el encierro se había desarrollado sin incidentes. Menos corredores que otros años en el recorrido vallado, que los mozos hicieron con comodidad. No hubo cogidas. Ya en el campo, un toro colorao quedó rezagado en la zona de las naves, e hizo la fiesta durante más de media hora. Finalmente algunos mozos consiguieron a tirones llevarselo camino arriba, y luego con ayuda de los cabestros se acabó dirigiendo al monte.
Dos toros acabaron saliendo al monte, luego detrás llegó otro. Y finalmente subió ese cuarto astado castaño, que se rezagó en la zona de las naves. Este toro dio un susto a un joven de Malacuera, que resultó cogido antes de llegar al llano y evacuado en ambulancia, pendiente de pronóstico.
La "subida" se hizo con un solo toro
De los cuatro toros que participaron en el encierro, tres acabaron llegando a la Boquilla y uno de ellos se quedó en el monte. Este último acabó en un camión y fue trasladado directamente hasta la plaza de toros. De los tres toros que había en la Boquilla, uno murió (se supone que de fatiga) cuando se le intentó levantar; otro se escapó hacia la vega del Tajuña, en dirección a Malacuera a la altura de la fábrica de harinas, y no fue recuperado hasta pasadas las cuatro de la madrugada, siendo trasladado hasta San Felipe. Y finalmente con ese cuarto toro se pudo hacer "la subida", que es el nombre tradicional que se da a trasladar los toros, a pie y en silencio, de noche, desde las vegas hasta los corrales frente a la plaza de San Felipe. Hay que recordar que el año pasado no se pudo celebrar porque se dispersó el encierro. Precisamente con esos dos toros se realizará la "bajada" a las doce del mediodía de hoy desde los citados corrales sitos frente a la iglesia de San Felipe hasta la plaza de toros.
Pendiente de un parte médico definivo, señalar el joven embestido por el toro castaño, y algunos sustos entre los caballistas, con un jinete que se rompió una pierna en una caída. Fueron atendidas un total de siete personas, ninguna de gravedad. El dispositivo de Cruz Roja incluyó medio centenar de voluntarios.
Mucho calor y varios miles de personas en la meseta que rodea Brihuega, aunque nos pareció que menos que otros años. El perímetro que la Guardia Civil cierra para que no se acceda al pueblo cada vez está más lejos, y esto hace que se haga largo llegar.
Al decir de los más expertos, el ganado de este año dio juego en líneas generales.