Libro de María Victoria Fernández y Juan Pablo Mañueco.
Conjunto de cuarenta y ocho saetas nuevas, pero inspiradas en la temática religiosa tradicional, a cada una de las principales Semanas Santas de España y a cada una de sus regiones.
Semana Santa castellana (Valladolid, Medina de Rioseco, Zamora, Salamanca, Madrid, Toledo, Cuenca, Guadalajara ), Semana Santa andaluza (Sevilla, Málaga, Baeza, La Carolina, Puente Genil), Aragón (Calanda), Asturias (Avilés), Baleares (Palma de Mallorca), Canarias (varias islas), Cantabria (Santander), Cataluña (Tarragona), Extremadura (Valverde de la Vera), Galicia (Vivero), Murcia, La Rioja (Anguiano), Valencia y Vasconia (Bilbao).
Algunas composiciones de la obra han merecido de don Atilano Rodríguez Martínez, obispo de Sigüenza-Guadalajara, la consideración de que tienen "mucha hondura religiosa" y de que son "una profunda reflexión en pocas líneas de la verdad del hombre, que tiene su fundamento en Dios y de la verdad del hombre que subsiste y se alimenta de la vida de Dios".
Por otra parte, la belleza formal de las composiciones está garantizada por la trayectoria literaria de su principal autor, Juan Pablo Mañueco, y por tratarse de una estrofa nueva, que se estrena en este libro, la "castellana de arte menor", que aquí se revela muy apropiada para albergar saetas emotivas y líricas.
Muchas de las cuarenta y ocho composiciones van ilustradas con fotografías, que recogen el principal instante del desfile procesional al que alude la saeta, lo que otorga una gran belleza y expresividad visual a los poemas.
Especialmente descrita está la "Semana Santa de Guadalajara", que se recoge en dieciocho saetas, repartidas en cada uno de los siete días -ocho, en realidad, incluyendo el Sábado Santo- de la Semana Santa, descrita y fotografiada en cada una de sus procesiones y cofradías. Todas ellas tienen su saeta.
Como ejemplo, reproducimos la saeta con la que se abre esta semana santa:
Saeta del Borriquillo de Guadalajara
(Domingo de Ramos)
Las palmas y los olivos
a Jesús, Cristo, saludan,
de Pascua en preparativos
a los que fieles acudan.
Jerusalén da motivos
a aquellos que aún de Él dudan
de que, con ramas de olivos,
al Jesús de la fe acudan
¡Oh, Jesús del borriquillo.
quiero ser tu monaguillo,
para ir a Jerusalén
y ya nunca salir de él!
Los cánticos y oraciones
dan bienvenida a sus dones.
¡Quién diría que, después,
le sangrarían los pies,
pues sería Barrabás
quien ellos preferirán!
¡Deja, Dios del borriquillo,
que sea tu monaguillo,
hoy día y los que vendrán!
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