Una imagen de la procesión del CorpusToledo reunió ayer a ilustres visitantes con motivo de la procesión del Corpus Christi, como el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, o el cardenal Robert Sarah, que han podido contemplar el nuevo brillo de la Custodia del orfebre alemán Enrique de Arfe, tras su restauración.
La Custodia, una de las obras de orfebrería religiosa más relevantes que existen en España, que fue cincelada por Arfe hace 500 años, y que ha sido restaurada en los últimos siete meses, lo que ha hecho posible hoy haya brillado "con especial resplandor".
Así lo ha destacado el arzobispo de Toledo y primado de España, Braulio Rodríguez, en la alocución que ha dirigido desde la Plaza de Zocodover a los cientos toledanos y visitantes que se agolpaban en ella para ver la procesión, a los que ha impartido la bendición el cardenal guineano y prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Robert Sarah.
García-Page al frente de la delegación oficial de l Junta./ Foto: JCCMEntre las personas que estaban en la Plaza de Zocodover se encontraban el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y el ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, que han contemplado la procesión desde los balcones de la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha.
Junto a ellos, la presidenta del PP de Castilla-La Mancha y secretaria general nacional del partido, María Dolores de Cospedal, y también es expresidenta de la comunidad autónoma, que el año pasado participó en el desfile procesional como presidenta regional en funciones.
Este año, Cospedal ha sido relevada en la procesión por el nuevo presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, que el año pasado lo hizo todavía como alcalde en funciones de Toledo, mientras que la actual alcaldesa, Milagros Tolón, ha desfilado por primera vez como regidora en una procesión que, como buena toledana, ha vivido desde que era una niña.
Otro tanto ha ocurrido con los nuevos presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Vaquero, y de la Diputación Provincial de Toledo, Álvaro Gutiérrez.
Al margen de estos cambios en el protocolo de la procesión, motivados por los avatares de la política y por los resultados de las elecciones municipales y autonómicas de 2015, el desfile se ha desarrollado con el boato y el esplendor que caracteriza a la fiesta del Corpus Christi de Toledo, que está declarada de "Interés Turístico Internacional".
Miles de toledanos y visitantes han contemplado el paso del cortejo por las estrechas calles del casco histórico de la ciudad, entre el olor de tomillo, romero y otras plantas aromáticas, que alfombran el suelo desde la noche anterior.
Tampoco han faltado las tradicionales guirnaldas, reposteros, pendones, tapices o mantones de manila, pendiendo de los balcones de los edificios por los que discurre la comitiva, así como los adornos florales que este año se han confeccionado con un color rosa intenso parecido al de la bandera de la ciudad de Toledo.
El principal atractivo este año ha sido ver, restaurada, la Custodia, que tiene forma de torre gótica y mide tres metros de altura.
Está compuesta de dos partes, una interior hecha con el primer oro llegado de América que el cardenal Cisneros compró a la reina Isabel la Católica, y otra exterior más suntuosa, de plata dorada, que cinceló Enrique de Arfe entre 1517 y 1524, también por encargo de Cisneros, para servir como tabernáculo a la de la reina.
Como siempre, la Catedral primada ha sido el epicentro de las celebraciones, ya que de ella ha salido la Costodia de Arfe después de la eucaristía que ha oficiado el propio arzobispo de Toledo con el rito hispano-mozárabe.
Tras la misa, la Custodia ha salido de la Catedral por la "puerta llana" (una de las siete con las que cuenta la basílica y la única que permite el paso de una carroza como la que la transporta) hacia las 12:00 horas y ha vuelto a entrar en el templo dos horas más tarde bajo los acordes del himno nacional, que también sonaron a su salida.
