El azudense triunfa en el San Antoni, de LEB Plata
Su apellido remite, inevitablemente, al baloncesto, en una Azuqueca que siempre ha sido terreno abonado para este deporte. Comenzó en las escuelas deportivas municipales para dar el salto, posteriormente, a la cantera del Real Madrid. Con el equipo blanco debutó en la ACB con tan solo 19 años, unos meses antes de proclamarse campeón de Europa sub-20 con la selección española. Hoy es un jugador franquicia en Ibiza, donde su equipo se ha quedado a las puertas del ascenso a LEB Oro.
Dani de la Rúa corre, pasa, dirige y se levanta para lanzar; sin embargo, sabe tener siempre los pies en el suelo. El que es uno de los mejores jugadores de la LEB Plata conserva en su casa ibicenca recuerdos y camisetas de su etapa en la localidad azudense, “yo siempre voy a recordar de dónde vengo y quien soy. Nunca me he creído nada por jugar en el Real Madrid” señala el jugador. Ese saber estar incluye conservar sus contactos, por mucho que sean conocidos, muy conocidos. Y es que De la Rúa mantiene una buena relación con Usman Garuba, a punto de retornar al Real Madrid tras su paso por la NBA, y con su hermano Sediq, ambos también salidos de Azuqueca. “Este año he jugado contra Sediq, y con Usman, todos los veranos que va a Azuqueca hablamos, comentamos como ha ido la temporada o, a veces, echamos unos tiros y entrenamos juntos. Me llevo muy bien con ellos, con toda la gente de mi pueblo”
Azuqueca de Henares
El pueblo. Ahí hay que situar los inicios de Dani de la Rúa, en una Azuqueca donde su padre, Jesús, es todo un referente de la canasta. “De muy pequeño, yo siempre iba con un balón de baloncesto. Recuerdo un día que mi padre jugó un partido de veteranos en Guadalajara; yo salía con mi pelotita en el descanso a lanzar, aunque no llegara. Lo veía a él y a mi hermano, que son las dos personas por las que juego al baloncesto. Mi padre ha jugado y ha presidido el club de Azuqueca, y a mi hermano, al ser mayor, siempre he ido a verle y he querido ser como él”
Fueron los primeros contactos. Aquel niño cuyos lanzamientos no llegaban al aro, pasó a las escuelas municipales azudenses y, con esfuerzo, a la cantera del Real Madrid “Cada día mi padre me llevaba a Pozuelo de Alarcón, una hora de ida y otra de vuelta, todo para que yo me dedicara y pudiera jugar en el Real Madrid. Al final pude debutar en ACB, que es un sueño para todo jugador”
Esa época resultó muy fructífera. Entre otros, De la Rúa fue Campeón de España junior con el equipo blanco (2014/2015). Después de llegar a la cima y el título con la España sub20, comenzó un periplo por categorías FEB que le llevó a Bilbao, Canoe, Azuqueca, La Roda y, de nuevo, a Canoe. Ahora lleva dos años en Ibiza, dando lo mejor de sí mismo en el Class Sant Antoni.
Jugador importante
El pasado mes de febrero Dani de la Rúa firmaba la renovación hasta la campaña 2025-2026, del contrato que le une con su actual equipo. Se siente querido e importante. El departamento de comunicación del club afirmaba entonces que el equipo se aseguraba la continuidad de “un jugador diferencial”. El azudense ha sido el más utilizado por su entrenador y ha terminado como el segundo mejor de toda la LEB Plata respecto a valoración. Algunos de los titulares de la prensa especializada no dejan lugar a dudas “Dani de la Rúa, la consolidación del MVP que dirige la nave ibicenca”, “De la Rúa destaca en LEB Plata y firma un triple-doble con el CB Sant Antonio”. Es uno de los ídolos de la afición ibicenca.
El base azudense se muestra humilde ante esta realidad. “No me gusta llamar la atención, me he hecho un hueco de forma silenciosa” señala De la Rúa “sí, es cierto que la afición me quiere y, ahora que se retira Grimau, me tocará a mi ser capitán. Ojalá pueda hacerlo todo igual de bien y lograr los resultados que se han conseguido”
La cuestión es que Dani se encuentra en su mejor momento deportivo y eso se lo debe a Ibiza donde, además de deportivamente, el jugador azudense ha hecho su vida fuera de la cancha. “El club ha hecho gran esfuerzo para que me pueda quedar aquí en verano. Me propusieron organizar un campus con mi nombre, me lo ofreció la directiva y, la verdad, es que me ilusiona mucho. Ojalá pueda hacerlo todos los años y que los niños recuerden este momento como uno de los buenos momentos del verano”
Hablando de momentos y recuerdos… el último instante de la temporada, protagonizado precisamente por De la Rúa, no ha sido precisamente agradable. Se jugaban los últimos segundos y su equipo necesitaba tres puntos para ascender a LEB Oro. Dani se levantó para lanzar un triple y recibió lo que pareció una clara falta, que los árbitros no vieron o no quisieron ver. A este respecto, el jugador azudense prefiere quitarle hierro al asunto. “Ha sido una temporada muy buena. Al final llegamos un poco justos, porque tuvimos tres lesiones que nos marcaron mucho. Nos queda la amargura de haber podido remontar los nueve puntos y, por una acción, no conseguir el ascenso con nuestra gente…pero estamos muy contentos con la temporada. Hemos hecho un papel increíble”
A pesar de quedarse a las puertas, el base azudense no renuncia a seguir ascendiendo. Y es que, cuando uno ha estado en lo más alto, la posibilidad de volver siempre está ahí. “Yo soy ganador, un luchador y, ojalá, algún día pueda volver a estar en lo más alto. Se que no es fácil, pero estoy trabajando cada e intentando mejorar y volver a la ACB y, ojalá que sea con mi actual equipo, el Sant Antoni”