El enoturismo en Guadalajara
(Entre la realidad de la bodega social actual y la esencia de la arquitectura popular en forma de cuevas)
A la hora de abordar el enoturismo en la provincia, debemos detenernos en reflejar dos realidades distintivas, pero complementarias a la vez; una de ellas impregnada de cierto tufillo romanticista,extendido por una parte significativa de la provincia en un area geografica denominada La Alcarria, con ejemplos muy tipificados en Horche, Brihuega por citar los más sobresalientes entre otros, junto a otra area singular perteneciente a la Sierra Norte con Cogolludo a la cabeza, a través de las desconocidas y escasamente estudiadas y en cierta manera abandonadas, llamadas popularmente cuevas-bodegas, cuya realidad y conservación dentro del patrimonio etnográfico resulta difícil de comprender debido a la dejadez proyectada durante bastantes años hacia este tipo de construcciones. En cambio, si se recuperasen puede exponencialmente proporcionar un ingreso económico adicional por las visitas y su repercusión en las economías locales, ya no solo en lo referente al "tirón” del vino sino puede ser un elemento añadido como a su vez difusor y aglutinador de otros proyectos emprendedores para la dinamización de la vida rural de aquellos municipios pequeños que están encuadrados en la llamada España vacia o vaciada, según las diversas nomenclaturas.
Cuvas-bodega en Horche/GUDiario.Tambien tenemos la otra realidad actual, ese enoturismo que representan las bodegas privadas, destacando Bodegas Río Negro en Cogolludo dentro de esa loable iniciativa difusora con evidente mayor proyeccion dinámica, vista su atractiva localización y los servicios ofertados, junto a la que representa otra de mayor tradición como Bodegas Mariscal en Mondejar, inserta en la Denominación de Origen”Vinos de Mondejar”. Ambas con la actividad emprendedora como programa, pero con una cercanía al amante del vino muy desigual si observamos el resultado del tratamiento enoturística en su conjunto.
El enoturismo representa en la actualidad, el fiel reflejo y consecuencia más inmediata del desarrollo y promoción turistico que se ha producido desde una posición vanguardista en el mundo vitivinicola, de cuyo modelo han sido pioneros en su difusión las regiones vitivinícolas de La Rioja y la de Ribera del Duero, como pioneras. La asimilación desde sus inicios ha sido constante en el resto de regiones vitivinícolas, incluida la que representa Guadalajara a través de sus bodegas.
"Las cuevas-bodegas en la provincia podría ser perfectamente motivo de una ruta del vino en los programas turísticos de la provincia".
En un artículo presentado el año pasado en el XLI Congreso de Viticultura y Enologia Tierra de Barros en Almendralejo, hacía hincapié en la enorme potencialidad económica que podría ejercer el vino y todo lo que representa, en el desarrollo de esa España rural, discriminada y abandonada, principalmente en aquellos lugares que en su momento representaba hitos en lo concerniente a la producción de vino en la provincia de Guadalajara, cuya producción vinícola ha sido destacada y de relieve a lo largo de numerosos periodos de la historia.
El desarrollo del enoturismo en la provincia, sea bien para reafirmar la etnografía provincial en su versión de emplazamientos en forma de cuevas-bodegas como la de apoyar también,sin miramientos, al tipo de enoturismo que están realizando o van a realizar en el futuro las bodegas industriales actuales de Mondejar, Cogolludo,Sacedon,Pioz etc. debe ser objeto de estudios y discusiones entre los técnicos, para realizar un programa conjunto e integral de rutas del vino , no de manera individual como se hace en la actualidad, como el caso de Horche con sus folletos, u otro caso el de Brihuega y algún que otro caso aislado. De este modo se recogería y de manera muy sencilla el lema tan consabido "La unión hace la fuerza”, a la hora de ofrecer al visitante un programa de rutas provinciales del vino, haciendo una puesta en común entre ambos intereses, tanto para el conocimiento de los lugares con sus lagares, muchas veces inhóspitos, que deben ser recuperados y rehabilitados en pro del patrimonio arquitectónico-historico provincial, como aquellos cuya base económica en el municipio es el vino. Es el caso de Mondejar, en el que el enoturismo puede ser un perfecto ejemplo de maridaje con la gastronomía, cuyo resultado está haciéndose realidad y notar de manera ostensible en otros puntos de la geografía de Guadalajara como en Cogolludo.
Las cuevas bodegas deben tener una protección patrimonial
La recuperación y rehabilitación de las cuevas–bodegas en el conjunto de la provincia puede suponer el ejemplo de una singularidad propia de nuestra provincia y fruto de una reminiscencia histórica, con especial atención en la Alcarria, debe ser objeto, sin excusas, de una especial protección patrimonial por parte de las autoridades pertinentes, cuyas políticas para fomentar el turismo en la provincia no debe olvidar este hecho caracteristico y tratar de fomentar la creación de una rutas del vino, que conlleve ambas concepciones, tanto a la que hace referencia a los vestigios del pasado como el desarrollo actual de la bodegas actuales y cuyo destino, al final, trata de dar conocer el mundo del vino en sus diferentes vertientes. A la postre, supone un mayor consumo del vino, situación necesaria como un producto nuestro ciertamente en franco declive a favor de otras bebidas.
Este panorama descrito de falta de atención a nuestro costumbrismo y a la misma etnografía, no debe de extrañar, de ningún modo, a nuestras autoridades provinciales e incluso a alguna autonómica, ya que en la provincia cercana de Cuenca , y dentro de la Comunidad de Castilla –La Mancha, se llevan haciendo políticas de recuperación del patrimonio vitivinicola a través de un programa de ayudas y subvenciones para recuperar y rehabilitar espacios de la vid y el vino, con la idea de poder ofrecer algún atractivo al visitante en su visita a pequeños municipios, cuyo futuro se halla en muchos casos en una nebulosa y con un difícil porvenir cara al futuro más inmediato.
"El desarrollo del enoturismo en la provincia, sea bien para reafirmar la etnografía provincial en su versión de emplazamientos en forma de cuevas-bodegas como la de apoyar también, sin miramientos, al tipo de enoturismo que están realizando o van a realizar en el futuro las bodegas industriales actuales de Mondejar, Cogolludo,Sacedon,Pioz etc. debe ser objeto de estudios y discusiones entre los técnicos, para realizar un programa conjunto e integral de rutas del vino ewn toda la provincia"
Esto perfectamente puede realizarse también en nuestra provincia y seguramente representar un aliciente motivador para despertar la curiosidad y la vena viajera en muchos turistas, ya no solo de Madrid sino de otros lugares de Castilla-La Mancha, también, que podrían ver en el vino la excusa para iniciar cualquier viaje a la provincia de Guadalajara, haciendo extensiva la célebre frase muchas veces citada de Camilo Jose Cela: "La Alcarria es un hermoso país a la que la gente ya le va dando ganas de ir”, de 1986, tratando de borrar el recuerdo de sus primeras palabras en relación a la provincia de que "La Alcarria es un hermoso país al que la gente no le dan ganas de ir”; y con ello reafirmar esas palabras concluyentes de una riqueza, como el poder degustar vino, que puede fomentar un mayor conocimiento y una mayor cercanía a Guadalajara y conocer sus riquezas más insospechadas.
En el año 91, aprovechando un artículo publicado en el susodicho Congreso de Almendralejo, ya recordaba la esencia en forma de riqueza vitivinicola, que suponían las cuevas-bodegas en la provincia, cuya realidad podía ser perfectamente motivo de una ruta del vino en los programas turísticos de la provincia. Pero han pasado algunos decenios y no se ha recuperado de un modo integral este tipo de emplazamientos, que en otros lugares de nuestra geografía, e incluso en Europa son motivo de peregrinación a la hora de preparar algún tipo de viaje a algún lugar donde se hable del vino.
Milko Alvaro Roldán
Formador y especialista en vinos de Guadalajara.