Un total de 64 alumnos -se presentaron 140 solicitudes-- han participado en los cursos sobre extracción de resina organizados por Diputación, que se ha desarrollado en Molina, Sigüenza y Tamajón y ha concluido con una jornada técnica en la finca de Alovera. La crisis da alas a un oficio que llegó a tener hasta los años setenta gran arraigo en nuestra provincia, pero que estaba perdido.
Era una profesión que prácticamente había desaparecido en nuestra provincia, pero que la necesidad de buscar nuevas betas de empleo tras la crisis estimula su recuperación. “La segunda edición de los cursos de Iniciación a la extracción de resina organizados por la Diputación ha sido todo un éxito”, ha asegurado la diputada de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Lucía Enjuto, en la clausura de los mismos celebrada en la finca de Alovera, propiedad de la Institución Provincial.
Un trabajo duro, que da para vivir
La diputada ha insistido en que “estamos muy ilusionados con esta iniciativa” con “la que pretendemos generar actividad económica para que la gente vuelva a los pueblos”, gracias a la posibilidad de un “trabajo, que es duro, pero que en los momentos actuales puede dar para vivir muy dignamente”.
Enjuto, que también ha destacado el papel que la resinación desempeña en el mantenimiento de los montes, ha recordado además que la resinación “no es un oficio olvidado en la provincia de Guadalajara. De hecho, nos hemos encontrado con antiguos resineros a los que les hace mucha ilusión que se recupere este oficio y que han querido aportar su experiencia a quienes están dispuestos a intentarlo”.
Según ha subrayado, “se trata de un trabajo digno, que da para vivir, que permite fijar población en el medio rural y contribuye a conservar el monte”. En esta línea, la diputada ha asegurado que la Diputación, en la medida de sus posibilidades ofrecerá todo el apoyo necesario para facilitar la tarea a quienes deseen emprender este camino.
En cuanto a los cursos, la responsable de Agricultura y Medio Ambiente ha resaltado que se presentaron 140 solicitudes -incluso de fuera de nuestra provincia-, de las cuales se seleccionaron un total de 64: 20 en Molina de Aragón, 22 en Sigüenza y otros 22 en Tamajón, que han seguido un programa con una primera jornada de teoría, una segunda de prácticas en estas tres zonas de la provincia y una jornada técnica de clausura en la finca de Alovera de la Diputación, conjunta para todos los participantes.
Este programa ha sido impartido por Estrella Gil, vocal de la Asociación Nacional de Resineros; y por el resinero Nando Ruiz, en la parte teórica, mientras que la teórica ha corrido a cargo de Jesús Cabra, José M. Martínez y Mario Llorente.
En la jornada de clausura han intervenido, además de Estrella Gil, -resinera en Iniéstola, en su calidad de vocal de la Asociación Nacional de Resineros-, técnicos de la Junta de Comunidades, que han detallado no sólo las posibilidades del oficio como medio de vida, sino la disponibilidad de facilitar esta actividad en montes de la Administración regional que suman más de 40.000 hectáreas repartidas en tres zonas: Molina-Corduente, Sigüenza y Tamajón. También ha estado presente Rafael Serrada, ex jefe provincial del Icona, y doctor ingeniero de montes, que en la actualidad es catedrático de la Escuela Universitaria de Ingeniería Forestal en Madrid, que ha hablado a los participantes sobre las características de los montes de la provincia.
Nando Ruiz:"Hay que vivir cerca del pinar"
Nando Ruiz, uno de los profesores del curso, y resinero que se incorporó el año pasado a esta actividad, ha relatado su experiencia asegurando que “es una profesión dura, en la que no se gana mucho, como en todos los sitios, pero es una salida digna, con la ventaja añadida de que se puede compaginar con otras actividades”.
Todo ello prácticamente sin realizar grandes inversiones y sin grandes problemas de comercialización “porque hay mucha demanda de resina”, si bien ha advertido que para que salgan las cuentas “es necesario vivir cerca del pinar. Además, se trata de un proceso en el que los resultados no son visibles de un día para otro”.
Junto a la experiencia de Nando Ruiz, uno de los alumnos de estos cursos, Oscar Encabo, ha expresado su satisfacción por haber tomado parte en esta iniciativa de la Diputación de Guadalajara ya que, según ha afirmado, le ha proporcionado información muy práctica y de gran utilidad.