El nuevo subdelegado dice que representa a un gobierno que “ofrece soluciones”.
Ángel Canales, y a su lado el Delegado del Gobierno en CLM/ Fotos: GD.
El nuevo subdelegado del Gobierno, Ángel Canales Cerrada, invocó a la ministra Magdalena Valerio en su toma de posesión celebrada esta mañana con estas palabras: “Por primera vez la voz de Guadalajara se va a sentar en el consejo de Ministros y ella es una defensora de nuestra provincia”.
Ángel Canales, sin experiencia política previa al margen del Ayuntamiento de su pueblo, Prádena de Atienza, se refirió en su discurso a la necesidad de trabajar por pueblos pequeños de la provincia y a la dualidad que presenta: es la provincia de España con municipios de menor población y al mismo tiempo tiene también a Yebes, en el Corredor, entre los que más crece. Ofreció el diálogo a todos los alcaldes y dijo que las puertas de su despacho estarán abiertas, como representante de un gobierno de España, que “ofrece soluciones”.
En su discurso cito a García-Page, de quien dijo tener afecto. A los alcaldes de Guadalajara y Azuqueca, presentes en el acto, y a su antecesor Juan Pablo Sánchez, como también lo hizo el Delegado del Gobierno, Manuel González Ramos, que cerró el acto.
Este último pidió al nuevo subdelegado “esfuerzo” y “humildad” y destacó que todos los nuevos subdelegados de la región proceden de la docencia.
Asistieron a la toma de posesión, en representación de la Junta, las dos viceconsejeras de Guadalajara, Pilar Cuevas y Araceli Martínez, amén del delegado de Junta, Alberto Rojo. El Ayuntamiento estuvo representado por su alcalde, Antonio Román, y la Diputación por un diputado, Alberto Domínguez. La Audiencia Provincial por su presidenta. Y los jefes de los cuerpos de seguridad del Estado en Guadalajara. Estuvieron los dos parlamentarios del PSOE, Pablo Bellido y Riansares Serrano, y los diputados regionales, Esteban y Escudero. Ningún parlamentario del PP asistió a la ceremonia que hubo de ser interrumpida durante unos minutos por el desmayo de una persona, por el fuerte calor que reinaba en la sala.