Achacan un 60% de los incendios provocados por este tipo de maquinaria
Foto: APAM
La Asociación Profesional de Agentes Medioambientales (APAM) de Castilla La Mancha ha advertido este martes de que las cosechadoras han provocado la mitad de los incendios forestales que se han producido en lo que va de campaña.
En nota de prensa, APAM ha señalado que el período de alto riesgo de incendios comenzó el día 1 de junio y ha augurado que va a ser "uno de los años con mayor siniestralidad de la última década".
En este sentido, ha apuntado que las condiciones meteorológicas adversas desde el pasado invierno sumadas a la intensa ola de calor de mediados de junio han hecho que las previsiones en materia de incendios forestales no sean "nada halagüeñas".
En concreto, los agentes medioambientales han indicado que en lo que va de campaña de incendios, la siniestralidad causada por las cosechadoras se sitúa en más del 60 por ciento, algo que ha dicho que no es una novedad, porque año tras año centenares de hectáreas de terreno agrícola y forestal son arrasadas como consecuencia de incendios causados por el uso de esta maquinaria.
APAM ha recordado que durante la vigilancia que lleva a cabo el cuerpo de agentes medioambientales se hacen inspecciones a este tipo de maquinaria agrícola para comprobar que cumplen con la obligación de disponer de extintores y de dispositivos 'matachispas', como así lo establece la normativa regional en materia de prevención de incendios.
Asimismo, vigila que cumplan con la exigencia de cosechar desde la periferia del cultivo hacia el interior en las parcelas que limiten con terreno forestal, y transmite al operario de la cosechadora todas aquellas recomendaciones orientadas a minimizar el peligro de provocar un incendio.
Sin embargo, ha lamentado que las medidas preventivas básicas y esenciales para prevenir los incendios causados por esta actividad son articuladas por la Consejería de Desarrollo Sostenible como "meras recomendaciones" y, por tanto, no constituyen una obligación para los responsables que hacen uso de las cosechadoras.
No obstante, ha precisado que "no se trata de prohibir la cosecha sino de hacer cumplir una serie de precauciones al igual que se le exigen a cualquier usuario del medio natural", de modo que la cantidad de recursos económicos que se dedica cada año a extinguir incendios causados por cosechadoras, podrían ser invertidos en mejorar la prevención y aumentar el número de hectáreas de tratamientos selvícolas dedicados a reducir el combustible en los montes y mejorar su estructura.
EFE
